Page 130 - Vida y Obra de Vizcardo Guzman - Vol-1
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Volumen 1
Prólogo a la primera edición
el manuscrito Somellera de la Carta, que actualmente se conserva en el Museo
Mitre y que reproducimos en esta recopilación.
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Un lustro más tarde, el juicio de Ricardo Becerra era más certero. En
su Ensayo histórico documentado de la vida de D. Francisco de Miranda (Cara-
cas, 1896) dice Becerra: «… el manifiesto del jesuita Viscardo es digno de ser
rescatado íntegramente del olvido, para que figure en los orígenes históricos
de nuestra revolución como el primer documento justificativo de los derechos
de la América Española a participar de los beneficios de la libertad, bajo un
régimen de gobierno propio e independiente».
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El conocimiento biográfico de Viscardo y sobre todo el estudio de la
difusión e influencia de su Carta avanzan con ocasión del centenario de los
movimientos juntistas americanos de 1810. La primera reedición de la Carta
en este siglo es la de Carlos A. Villanueva en el apéndice de su obra Napoleón
y la Independencia de América (París, 1911), utilizando la primera en español
de 1801. Luego viene el libro de O’Kelly de Galway, Les généraux de la Révo-
lution: F. de Miranda... (París, 1913), quien publica, tomada de los Archivos
Nacionales de París, la Notice historique sur le généfal Miranda… atribuida a
L. Dupérou con la referencia a las trescientas libras de pensión otorgada por el
gobierno inglés a Viscardo, su muerte en Londres «la plus solitaire vers la fin
de février 1798» y al legado de sus papeles a Rufus King. Por esos años propor-
ciona Pedro Torres Lanzas las referencias a los papeles relativos a Viscardo que
se encuentran en el Archivo de Indias, en su catálogo Independencia de Amé-
rica. Fuentes pasta su estudio (Madrid, 1912), con las fichas de los rarísimos
ejemplares de las dos primeras ediciones de la Carta y las comunicaciones de
Pedro José Caro —traidor a Miranda como Dupérou— al ministro Urquijo,
de 1800 y 1801, con el primer fresco testimonio de la edición primera de la
Carta en Londres y no en Filadelfia, como reza la portada. Y tal vez la más
importante contribución erudita es por entonces el estudio de Juan M. Aguilar
Aportaciones a la bibliografía del precursor de la Independencia sudamericana,
D. Francisco de Miranda, publicado en Sevilla, en 1918, que aprovecha los
datos de Torres Lanzas y precisa el hecho, hasta entonces confuso, de haber
recibido Miranda la Carta de manos de Rufus King, tres semanas después de
la muerte de Viscardo.
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164. V. supra el parágrafo dedicado al manuscrito Somellera-Mitre.
165. Ensayo histórico documentado de la vida de D. Francisco Miranda. Caracas, 1896, T. II, p. 471.
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