Page 154 - Vida y Obra de Toribio Rodriguez de Mendoza - Vol-1
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Volumen 1
Debate sobre la devoción del Corazón María Santísima
mas bien al que es dueño de todos. Desde luego este es abuso de nosotros, por
la mala inteligencia de las verdaderas devociones; pero también es cierto que
la demasiada extensión de ellas, y nuestra común debilidad é ignorancia nos
hacen resbalar casi necesariamente: y como es justo y de mucha importancia
en materia tan delicada el alejar quanto es posible de semejantes abusos las
ocaciones, aunque inocentes, he creído firmemente según los maestros á quie-
nes he consultado, que es preciso embarazar el mayor aumento de las nuevas
devociones; y todo fiel tiene derecho para levantar la voz de su velo, y excitar
la de los prelados, e instruir al vulgo. Las devociones que, hay de la santísima
Virgen, según lo tiene observado el docto Luis Antonio Muratori, son en ma-
yor número que las establecidas en honor de nuestro Señor Jesucristo, lo que
me obliga á recordar por tercera vez la importante máxima de S. Agustín de
que toda devocion solo por ser nueva es sospechosa. En virtud de todo esto,
me he creído legitimado para oponerme á una devocion que según las expre-
siones de S. Bernardo, no conoce el rito eclesiástico, la razón no aprueba, ni
recomienda la antigua tradición: á una devocion introducida por un cuerpo
secular, sin la indispensable intervención de la potestad ordinaria eclesiástica,
ni manifestación de un documento fidedigno de la aprobación del sumo pon-
tífice para esta ciudad. Sé por otra parte que hay innumerables bulas supuestas
para autorizar devociones, privilegios, gracias é indulgencias. He solicitado
la que se cita del sumo pontífice Clemente IX y no la he encontrado, ni en el
bulario magno de la edición de Cherubino, ni en la vida de este papa; y como
al mismo tiempo esta devocion no es conforme a la común, antigua y ordi-
naria manera de venerar y dar culto a los santos, y según la prevención de S.
Bernardo en su célebre carta a los canónigos de León, nosotros no somos ni
mas santos ni mas devotos que nuestros mayores; por todo esto creo que han
quebrantado las leyes de la caridad los que acusan de enemigo de la Virgen
santísima, y sostenedor de una heregía. En la fiesta solemne del corazon de
María celebrada en este año en la capilla de esta universidad, se colocó sobre
el altar un corazon que no fué de María, sino de Jesús; y para disfrazarlo y
tapar la llaga que abrió la lanza, se le vistió con muchas alhajas de piedras
preciosas. Pregunto al que miserablemente hizo tal cosa: ¿si semejante acción
cómica es conciliable con la magestad, sencillez y verdad de la religión de
Jesucristo? Si es lícito hacer estas farsas pregunto al autor de la antecedente
¿si podrá con igual devocion disfrazar a Jesús Nazareno con el vestuario de
nuestra señora de la soledad: Preguntóle en tercer lugar: si en caso de estar
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