Page 150 - Vida y Obra de Toribio Rodriguez de Mendoza - Vol-1
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Volumen 1
Debate sobre la devoción del Corazón María Santísima
Quando la superstición
Del hombre se posesiona,
Su religión inficiona,
Embrutece su razón:
Cruel insensata ilusión
Su justicia viene á ser;
No quiere á nadie ceder:
Y piensa obligar al cielo,
Siendo inhumano por zelo,
Sacrilego por deber.
Pues ¿por qué si son devotos de la Virgen no le imitan su humildad, su
paciencia, que fué lo único que opuso á los crueles perseguidores de su divino
hijo? Quando yo hubiese errado en la censura de la devocion del corazon de
María: ¿erraría por eso en orden al culto verdadero dirigido á la persona de
la Virgen? ¿No había otro medio para corregirme é instruirme, que las locas
convulsiones y vagas declamaciones del púlpito, y las infames calificaciones
con que han pretendido deshonrarme, excitando por ese medio el escándalo
en la gente ignorante y sencilla? Y ¿no es acreditar con esta conducta, que los
millares de devociones que hay nada importan, sino se cumple con lo que
Dios manda? Dios no ha mandado devociones, aunque santas y útiles, pero sí
el cumplimiento de su santa ley.
Aquí terminaría mi respuesta, sino se me hubiera advertido, que al-
gunos solo habían extrañado en mi carta el tono burlesco y chocarrero con
que habia censurado la devocion del corazon, pues era esta una materia grave
y delicada. Esta objecion la indico el devoto, que aunque no es contra la sus-
tancia sino contra el modo; sin embargo, no es despreciable. No me alabo por
haber tomado este tono, pero tampoco debo condenarme. Yo no he hecho
irrisión de la religión, sino de los abusos, y para este efecto suele ser el mas
apropiado el estilo irrisorio porque este pica y despierta la atención, y descu-
bre mejor lo malo y lo ridiculo de lo que se impugna ó critica.
Ridiculum acri
Fortius ac melius magnas plerumque secat res.
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