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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de Toribio Rodríguez de Mendoza
sea injuriado. Nuestro célebre y docto marques de Mondejar, no temió des-
nichar á S. Hierotéo patrón de Segovia, probando invenciblemente que este
era un santo de nueva fábrica. ¿Quántos otros hechos de esta naturaleza no
combatió el intrépido teólogo Launoy? Y ¿por qué se han de amar la fábulas,
por qué se han de sostener devociones indiscretas y superfluas? Así que, yo ni
disminuyo la gloria de la Virgen madre de Dios, ni injurio al colegio con mi
opinión de ser vana y superflua la devoción del corazon de María. Y el devoto
que me atribuye siniestras intenciones, y cree al noble cuerpo de abogados
desnudo del amor á la verdad, y de la pureza de la religión, debe sufrir la nota
de hombre maligno, cuya calidad perversa está mas al descubierto en la cláu-
sula insignificante y de batiburrillo, que dice: y aunque irrisoriamente cita U.
la lengua de S. Juan Nepomuceno, por dirigir la puntería al blanco que nadie
ignora, estoy cierto que no llegará este lance. ¿Quién es este blanco: es el res-
petable, y por muchos títulos amable devoto de S. Juan Nepomuceno? Y ¿quál
es el tiro disparado contra su persona ó su devocion? Quando se introduxo
la del corazon de Jesús, todos vimos corazones de metal y de madera en los
altares, y aun de piedra ó yeso, como hasta hoy se ve en la portada de la iglesia
en los huérfanos. Esta especie me traxo á la memoria la milagrosa lengua del
santo mártir del secreto sacramental: y atendiendo á la rapidez ingeniosa de la
imaginación mística de los devotos, aunque el progreso de las supersticiones
en esta materia, llegase a los extremos que indiqué, que aun así no serían tan
absurda como hay infinitos increíbles, si no estuvieran testificados auténtica-
mente. S. Bernardo en su celebrada carta 147 de que ya hemos hablado, im-
pugnando la introducción de la festividad de concepción en la iglesia de León,
dice: que ella abriría el camino para otras festividades de los ascendientes de
la Virgen santísima.
Y despues de esto ¿se creería que este devoto sea verdadero devoto
de la Virgen santísima? Las devociones son para hacernos perfectos con la
imitación de las virtudes que sobresalen en los santos que escogemos por mo-
delo. Ninguna perfección es asequible sin el cimiento de la práctica de la ley
de Dios, que toda se reduce á su amor y al del próximo; ¿y ama al próximo
quien tan atrozmente le calumnia? ¿Dominará en su corazon la caridad, ó se
encontrará un solo grado de ella en quien sin motivo me califica tan negra y
atrozmente. El ex-jesuita oratoriano me trata de libertino y blasfemo, y el de-
voto de María me dice que soy un impio. Este no es zelo religioso, sino furor y
demencia.
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