Page 74 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
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Volumen 1
                                                                    Prólogo a la primera edición
            a que lo juzgaban por su origen quiteño «porque todos los de ese Reino eran
            insurgentes». Se permite advertir que los papeles públicos de Lima sostenían
            peores extremos y que circulaban «con la libertad de las circunstancias». Ter-
            mina por invocar el Decreto de las Cortes del año 1811 que atribuía al fuero
            privativo de la Audiencia el conocimiento de las causas de infidencia o insu-
            rrección, y obtuvo Carta Real citatoria y compulsoria ordenando al Subdele-
            gado Ulloa la remisión del proceso al Tribunal superior.
                    El Fiscal Pareja en su dictamen consideró de necesidad urgente y pri-
            mordial «la retención y custodia secreta» de los versos y papeles subversivos,
            informados por las máximas «que pretenden romper la unidad y fraternidad
            de europeos y americanos». En cuanto a los inculpados Cárdenas y Rivera se
            pronuncia a favor de su indulto y califica al P. Aspiazu como uno de los prin-
            cipales reos de la rebelión de Huánuco, solicitando su captura inmediata. La
            Real Audiencia resolvió de acuerdo con este dictamen y la instancia se cerró el
            29 de Mayo de 1813.
                    Por lo que respecta a los bienes del P. Aspiazu que habían sido embar-
            gados, se remataron previo inventario y su producto se depositó en las Reales
            Cajas de Pasco.
                    El documento XVI,  D600 de la Biblioteca Nacional del Perú aparece
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            fichado en ese repositorio como «De la continuación de la causa de insurrec-
            ción acaecida en los Partidos de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes», que no
            reviste carácter de título porque corresponde al propio texto del documen-
            to. El expediente comprende los oficios dirigidos por González de Prada al
            Gobernador Intendente de Puno, D. Manuel Químper, dándole instrucciones
            para la captura de varios reos comprometidos en la rebelión. Específicamente
            se sindica al mercedario quiteño Fr. Mariano Aspiazu y de sus señas se perfila
            por primera vez su filiación de hombre blanco, rubio y de ojos azules, referen-
            cias de interés si se relacionan con los datos biográficos del mercedario y con
            los misteriosos personajes rubios e incógnitos que difundían los pasquines en
            los diversos centros de la Intendencia de Tarma.
                    El documento XVII,  D254 del mismo repositorio, versa, igualmente
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            sobre la aprehensión de un reo, el prófugo Domingo Palomino, de filiación
            aparentemente mestiza.
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            33. Titulado «Oficios dirigidos por el gobernador intendente de Tarma dando instrucciones para la captura de los involucrados de
            la insurrección de Huánuco, Panataguas y Huamalíes» se encuentra en el cuarto volumen de la presente edición [Nota del Editor].



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