Page 107 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Huánuco de 1812
                    Economía y sociedad provincial.— Los documentos que integran esta
            colección pueden comportar una fuente indiciaria para pergañar la visión
            de la realidad socioeconómica de las Provincias insurrectas. En el curso de
            los expedientes actuados sobre la insurrección, se verifica la efectividad en la
            propia vida provincial de la distinción entre los grupos sociales de españoles
            europeos y españoles americanos, reconocidos en la Real Orden que prescri-
            bió la confección de los padrones con la debida distinción de clases, estados y
            castas. Como problemática de investigación es interesante anotar que en los
            documentos sobre la rebelión huanuqueña se aplica a los españoles europeos
            la denominación de europeos y más usualmente de chapetones; y los españo-
            les americanos, como se advera en las confesiones y testimonios y documen-
            tos oficiales de los actuados, aparecen simplemente como españoles, aunque
            en la práctica usual se empleaban indiferentemente los términos de criollos,
            americanos y «patricios».
                    Un examen a grandes rasgos de la composición social de las provin-
            cias, sobre la base exclusiva de esta documentación, conlleva observaciones de
            cierto interés. Usualmente los criollos huanuqueños llamaban «forasteros» a
            los originarios de la Península que ejercían el comercio y a los cuales acusaban
            de fines lucrativos y monopolistas. Ese tipo de inmigración se incrementó con
            la llegada directa de Chile, por la vía del Cabo de Hornos, de los navíos de
            registro, y por el aliciente del comercio libre. La oleada peninsular, aunque no
            muy numerosa, se integró por hombres de empresa, en particular del norte de
            España, que se dedicaron al comercio y a la industria.
                    Esa heterogénea sociedad provincial, de incipiente capitalismo mon-
            tado sobre fundamentos de signo latifundista y comercial, dejaba amplias zo-
            nas de vida marginal constituída por los bajos estratos sociales, calificados
            de «plebe». Las distinciones clasistas, por otra parte, no coincidían siempre
            con la realidad étnica. La unidad racial blanca, que mantuvo la unidad de
            españoles y criollos en la centuria antecedente, había ya disminuido conside-
            rablemente por el creciente mestizaje. Dominaba en cambio un sentimiento
            clasista, que se observa cuando en la rebelión huanuqueña se proclama que
            la lucha es contra la clase europea y no contra los americanos. Si se analiza la
            filiación de los que figuran en los actuados procesales como españoles, es fácil
            comprobar que muchos de ellos eran en realidad mestizos y no criollos; y en
            oposición aparecen como indios, individuos de inconfundible origen mestizo
            y que ostentan apellidos españoles. Los mestizos o mixtos de esas Provincias,



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