Page 105 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
P. 105

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Huánuco de 1812
            cualquier manifestación» y el beneficio de las propias y extrañas manufactu-
            ras. Temas similares se enfocaban en otros números del periódico, entre ellos
            la quiebra comercial del Perú, la falta de opulencia en América y la situación
            de los comerciantes a los cuales se defendía con variados argumentos.
                    A partir del número 14, se agudizaba el tono político del periódico.
            En el artículo contenido en el número 14, del 22 de octubre, al tratar de la
            presentación publicada por el Brigadier D. Manuel Villalta, el editor criticaba
            la censura impuesta por la Junta y advertía que en España no era subversivo lo
            calificado como tal en el Perú. Con manifiesta intencionalidad, mencionaba
            los nombres de Juan de Padilla y del Obispo de Zamora D. Antonio de Acuña,
            cabezas del alzamiento de las Comunidades de Castilla, «hoy llamados defen-
            sores de la libertad».
                    En el número 16 se planteaba el tema de «la rivalidad mortal entre
            europeos y americanos». Abiertamente se refería el editor a la conmoción de
            algunos pueblos de América y al anuncio en papeles impresos y manuscritos,
            relativo a la erección de «ocho o nueve soberanas Repúblicas». De no menor
            tinte polémico eran los ataques a la Junta Central de Sevilla y al Primer Con-
            sejo de Regencia a los cuales se tildaba de «saqueadores de América»; y se in-
            sertaban reflexiones sobre los pueblos embrutecidos y sin derechos a encauzar
            sus destinos, y la necesidad de que el Perú aprendiera a variar su «suerte infeliz».
                    Los artículos contenidos en los números 21, 24, 28 y 43 comportaron
            una carga de mayor impacto ideológico. Comentaban la proclama de Liniers
            y esbozaban la opinión contraria a la espera del restablecimiento de la familia
            real en el trono español. Concretamente enfocaban los sucesos de Buenos Ai-
            res, que no reconocía a las Cortes, y aludían a la guerra sostenida en España
            por la Independencia, reiterando que en la Península se hablaba y escribía
            libremente y que, al igual que en América, existían en España insurgentes
            reputados de patriotas. Desarrollando planteamientos políticos, el periódico
            sostenía que las Cortes de Cádiz estaban muy remotas para remediar los males
            del momento, y que la parte del Soberano le tocaba a todo el pueblo peruano
            como fracción de la soberanía local de la Nación hispanoamericana. La tesis
            de las soberanías parciales de los pueblos debía operar sin confundirse las unas
            con las otras; y como ejemplos de esas fracciones de soberanías, iguales a las
            de Cádiz, Lima o Méjico, se mencionaba específicamente a diversas Provincias
            del Virreinato peruano, entre ellas Cuzco, Arequipa, Trujillo y Huánuco. Pre-
            cisa ese tendencioso artículo el concepto de la soberanía popular desligada del



                                               104
   100   101   102   103   104   105   106   107   108   109   110