Page 494 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Volumen 1
Dictamen de José Baquíjano sobre la revolución hispanoamericana
gobierno soberano que en ella ha encontrado su refugio, y en el desgraciado
caso de esa total pérdida, no tomaría determinación alguna sino en unión de
todas las representaciones de la capital y de sus provincias dependientes». El
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ayuntamiento comunicó al virrey la resolución que por consecuencia de su
aviso había acordado de formar una junta provisional para la dirección de los
negocios, y aquel jefe circula la noticia de la abdicación del mando.
Los mismos pasos, conducta y progresión se reconocen en los proce-
dimientos de Santa Fe, Cartagena y Chile. Los repetidos datos del estado in-
feliz de la península, por la ocupación de casi todas las provincias de España,
y la prudente precaución que consideraron necesaria aquellos vasallos para
ponerse a cubierto de cualquier sorpresa de la Francia, o vergonzosa traición
de los mandatarios, les violentó por el noble impulso de conservar íntegros
aquellos dominios a su legítimo rey, a la formación de juntas compuestas de
individuos en cuya probidad descansase sin recelo su seguridad y confianza.
Examínense todas ellas, y aun en las que se reputan más ardientes y
obstinadas no se descubrirá algún otro impulso. Hidalgo pone en un estan-
darte esta inscripción: «Viva la Religión. Viva nuestra Madre Santísima de
Guadalupe. Viva Fernando VII. Viva la América, y muera el mal gobierno».
Esto lo creían representar a Napoleón, así cuando se le intimó al presbítero
Salto rindiese las armas a las tropas del rey, se resistía a obedecer, persuadido
de que era ejército compuesto, como clamaba, de herejes napoleonistas.
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El general del ejército de Morelos don Ignacio Rayón contestando al
reverendo obispo de la Puebla le escribe: «Este congreso cuida de sí de la de-
fensa del reino, de la conservación de la religión, y de los derechos correspon-
dientes al señor don Fernando VII».
En Tlalpujahua se celebran los días de Allende (aún después de muer-
to) el 31 de julio de 812; se coloca en su decente dosel el augusto retrato de
nuestro soberano el señor don Fernando VII, con una hermosa matrona al
lado, símbolo de la América, en ademán de sostenerlo, y entre otras varias
poesías que la rodeaban, la siguiente:
Tlalpujahua feliz, real venturoso
alza la frente y la expresión admira
de ese augusto retrato majestuoso
que gloria a un tiempo y pesadumbre inspira,
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10. Bando del virrey de Buenos Aires de 27 de mayo de 810.
11. Oficio del comandante Trujillo.
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