Page 491 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
P. 491
Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de José Baquíjano y Carrillo
Repito la protesta que tengo hecha al principio, de no ser mi ánimo
anublar la estimación de las personas de quienes me es preciso hablar; pero
es inevitable exponer que, antes de presentarse en Veracruz el virrey Venegas,
los ánimos de los americanos estaban exaltados hasta el extremo por la lista de
proscripciones y jubilaciones de los ministros más íntegros y beneméritos, y la
de gracias, ascensos, distinciones y premios concedidos a los europeos, sin en-
contrarse en ésta un solo americano a quien se distinguiese con alguna señal
de honor; lista dictada por el consejero don Ciríaco Carbajal y que adelantó a
sus confidentes para captarse el reconocimiento y gratitud de los agraciados y
lista de la que se dijo ser público que aunque extendida en junio se le suplantó
la fecha de 28 de mayo porque el respetable obispo de Orense nada quería
firmar a que no hubiese concurrido.
Contra el mismo general Venegas había individuales circunstancias
que deslustraban el brillo de su estimación, al mismo tiempo de desembarcar
en Veracruz se extendieron por todas las provincias de aquel reino los mani-
fiestos del duque del Infantado y general Cuesta sobre las batallas de Uclés,
Tarancón y Talavera, «habiendo perdido Venegas, decía el último, por su crasa
ignorancia, impericia, envidia o malicia, y quizás para siempre la única oca-
sión de salvar a España»; imputaciones que intentó desvanecer el virrey en
su respuesta, impresa en Cádiz y circulada por su orden, diciendo habérsele
extraviado los documentos en la pérdida de su bagaje.
El respetable Arzobispo enterado muy pormenor del fermento en que
se hallaban los ánimos, el día 15 de septiembre en que tomó el mando, le su-
plicó por dos veces y con las expresiones más tiernas y sentidas, suspendiese
la publicación de mercedes y proscripciones; pero como si fuese el impor-
tante objeto de su misión exasperar los disgustos, al día siguiente celebra una
solemne junta en que manifiesta los honores y distinciones concedidos a los
autores de la prisión del virrey, y la jubilación del regente Catani, oidor Villa-
fañe, fiscal Borbón y la traslación a Sevilla del alcalde de corte Villaurrutia; al
primero con el sueldo entero, al tercero con la mitad y al segundo americano
con sola la cuarta parte.
De seguida apareció con el título de corregidor intendente don Ramón
Mazo, novedad que alarmó al ayuntamiento, pues por el servicio pecuniario
de ciento veinte mil pesos fuertes se hallaba en posesión por más de veinte
años de no tener corregidor, privilegio que había respetado el déspota Godoy,
pues no pudo conseguirlo para su hermano el prostituido inquisidor general
490