Page 295 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de José Baquíjano y Carrillo
reprimir con severas providencias su arrojo, es de recelar que la impunidad le
sirva de aliciente para propasarse a nuevos atentados vulnerando, a la sombra de
las leyes, el honor y reputación de los ministros más condecorados y respetables.
Cuando, notoria la trama y premeditación que se forjó el primer re-
curso hecho a vuestra excelencia, y que no atreviéndose a suscribirle el doctor
Baquíjano, solicitó Ugarte a varios abogados para que se lo firmasen sin que
hubiese ninguno que quisiese poner su nombre, antes bien algunos procuraron
disuadirle de su intento, de cuyos hechos cuando fuese necesario podría darse
a vuestra excelencia la información más completa, su misma naturaleza da a
conocer nada equivocadamente el espíritu que anima estas representaciones si
se hace la más ligera reflexión sobre los puntos a que terminan sus solicitudes.
Quién podrá persuadirse a que Ugarte, que se hallaba dispuesto a em-
barcarse en el navío de La Caridad y aún tenía ajustado en él su transporte,
después de la sumisa obediencia que manifestó en noviembre del año pasado,
cuando se le intimó la orden para su salida, en los escritos que presenta con-
secutivamente y se hallan en el expediente respectivo, obraría ahora de buena
fe, en un recurso dirigido a que se le hiciesen saber las reales órdenes con que
se le obligaba pasar a los reinos de España, y más sabiendo, por otra parte,
que éstas eran reservadas y que así se le había dado a entender reiteradamente
en las varias instancias que a este efecto interpuso de que hace memoria en el
mismo recurso.
La verdad es que la solicitud, que se figura ser la principal en el primer
escrito y se comprende en pocos renglones, fue conocidamente un especioso
pretexto para dejarse caer en el otro sí de la recusación del señor asesor (que
ocupa bastantes fojas) y hacer, bajo de este legal velo, una narración prolija
de especies por la mayor parte inconducentes, fundadas unas sobre supuestos
falsos y otros sin sólida instrucción de los hechos; mezclando al mismo tiem-
po incidencias impertinentes como la dilatada historia de la Prelacia de su
cuñada la madre María de la Concepción Rivadeneyra, con cuyo motivo se le
abría campo para desahogar libremente los resentimientos de que se hallaba
poseído, haciendo una acre censura de las providencias expedidas por ese su-
perior gobierno, con dictamen del señor asesor, y zahiriendo la conducta de
éste por todos los inicuos medios que podía dictar la maledicencia.
Pero todavía convence más esta verdad, la intempestiva presentación de
este último recurso en que pretende se declare la nulidad de el auto de 5 de mar-
zo, proveído por vuestra excelencia con mi dictamen, insistiendo pertinazmente
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