Page 142 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Volumen 1
Reflexiones por Juan Baltasar Maciel sobre el «Elogio» de Baquíjano
contrario ejemplo que le daban los otros virreinatos, aquí se planifica y se hace
todo lo que el rey ordena, sin el más leve amago de tumulto, porque, de acuer-
do nuestro jefe con los ejecutores, nadie oyó contestar las públicas utilidades
que al estado y su corona proporcionan los Reales mandatos y, al ejemplo de
su virrey, se someten todos gustosos a la voluntad del soberano. Y ¿será ésto
haber procurado con espíritu menos noble que el de los europeos el sosiego de
nuestro amado monarca?
[55] El bien de la patria, finalmente, se ve atendido con tal nobleza de
espíritu que, sólo cerrando los ojos a los públicos monumentos que lo deco-
ran, se dejará de reconocer. La fundación de los Estudios mayores y menores,
el recogimiento de las mujeres públicas, la Casa de Expósitos, la imprenta, el
Protomedicato y otros útiles establecimientos, son argumentos incontestables
de su celo por el bien público, y recordarán perpetuamente su beneficencia en
la sucesión de los siglos.
[56] Sobre todo, su generosidad y desinterés en el ejercicio de su cargo
bendecirán perennemente su memoria, y lo harán ver a la posteridad como
un modelo perfecto a que se debían ajustar todos sus sucesores. Porque, para
decirlo de una vez, no sólo ha proscrito la venalidad de los empleos y co-
rregimientos, origen funesto de la tiranía de los provistos, que condujo los
pueblos a la rebelión, y abolido los exorbitantes gajes y tarifas de los títulos y
despachos que tanto agravan el peso de las compradas mercedes, sino que, con
la misma razón que el supremo gobernador de los israelitas, Samuel, puede
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decir a estos sus pueblos: Loquimini de me coram Domino, et coram Christo
ejus, utrum bovem cujusquan tulerim, aut asinum; si quempiam calumniatus
sum, si oppressi aliquem, si de manu cujusquam munus accepi; et contemnam
illud hodie, vobisque restituam. Yo, por mi parte, después de exclamar con
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San Bernardo sobre este mismo pasaje: O! si talium daretur virorum copia, al
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considerar que nuestro virrey regresará a los Reinos de España no rico y col-
mado de bienes como los demás virreyes, sino pobre como ninguno, aún de
los menos aprovechados corregidores, y lo que es más, sin ahorro alguno de
sus sueldos, según lo anuncian su notorio desinterés y generosidad, no puedo
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16. Lib. 1° Reg. cap. XII. v. 3.
17. «Declarad contra mí delante del Señor, y de su ungido, si me he alzado con el buey, o asno
de alguno; si a alguno he calumniado, si le he promido, si he aceptado cohecho de mano de
alguno; y hoy lo miraré con desprecio, y os lo restituiré» (Felipe Scio de San Miguel, ob. Cit.,
t. II, p. 115). [Nota del Editor de la primera edición].
18. «¡Oh, si hubiese multitud de semejantes varones!» [Nota del Editor de la primera edición].
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