Page 144 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Volumen 1
Reflexiones por Juan Baltasar Maciel sobre el «Elogio» de Baquíjano
[59] Aun cuando el mismo soberano, cuyo juicio debe siempre anive-
lar el nuestro, no preconizara, en su Real cédula de 12 de octubre de 1778, la
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franqueza de un comercio libre y protegido entre todos sus vasallos europeos
y americanos, como una de aquellas gracias y beneficios que más recomien-
dan su vigilante atención por el mayor bien de sus pueblos y debía reconcen-
trar en su memoria el más profundo reconocimiento de su Real beneficencia,
bastaría ciertamente la experiencia de las ventajas y utilidades que, desde sus
primeros pasos, nos produjo este grande y bien concertado proyecto, para que
todo el mundo español bendijese al móvil de tan generoso designio y lo ado-
rase como a su más insigne benefactor.
[60] En efecto, apenas el actual ministro tomó las riendas del gobier-
no de la América y, con la perspicacia de su grande genio, reconoció que los
vínculos que habían estrechado tanto el giro y mutua comunicación de los
vasallos de un mismo soberano, eran el efecto de una envejecida prevención
y el funesto origen de su debilidad y decadencia, cuando, sin balancear un
momento, los rompió y restableció al comercio en la libertad y franqueza con
que lo autoriza el natural derecho de la sociedad. Desde entonces, este fecun-
do principio de la subsistencia de los pueblos derramó por todas partes la
abundancia, y se vió esta Capital de Buenos Aires tan colmada de los frutos así
naturales como industriales de los Reinos de España, que parecía el depósito
general de la industria y fertilidad de sus más ricas provincias. La interrupción
de tan proficua franqueza, por causa de la superviviente guerra, le ha hecho
conocer mejor todo el fondo de aquella felicidad, y nada más desea que su
pronto regreso por medio de una gloriosa paz que sea el efecto del próspero
suceso de nuestras armas, para disfrutar las utilidades y ventajas que le ha
procurado su insigne benefactor.
[61] Para hacer esta libertad más expedita, no se contentó la Real
piedad con alzar la defensa que limitaba a ciertos puertos de España y de-
terminadas provincias de esta América, el mutuo comercio de sus frutos y
mercaderías. Como el principal objeto de un comercio libre y protegido entre
los españoles europeos y americanos era restablecer en sus dominios la agri-
cultura, la industria y la población, sin las cuales no puede florecer ni aun
subsistir el estado, no sólo se abolió aquella multitud de derechos de palmeo,
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21. Documentos para la Historia Argentina.— Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de In-
vestigaciones Históricas, Buenos Aires, 1915, tomo VI, p. 3. [Nota del Editor de la primera
edición].
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