Page 75 - Guerrillas y montoneras durante la Independencia - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             Guerrillas y montoneras durante la Independencia
            me han puesto de mandón a mí y a Eustaquio los recibimos esto es por librar
            nuestras familias nuestras sementeras y que no los arruinasen nuestras casas
            de todas estas estancias esto no es por servirla sino por librar la vida y nuestros
            atrasos con todos nuestros hermanos y por eso con esto doy el aviso por dos
            veces a ver si está bien o no, y luego que Vuestra Señoría me responda me reti-
            raré al juzgado de Vuestra Señoría dejando abandonado a todas criaturas y si
            mi señor tendrá el corazón de los lloros y lamentaciones de las pobres mujeres
            y angelitos y arruinar todas nuestras cositas y intereses».
                    Con todo, los testimonios de los desertores emergen como muestra
            contundente del ánimo predominante a favor de la causa independiente no
            solo dentro de la tropa realista sino en los pueblos desde el Alto Perú hasta el
            valle de Jauja. ¿Qué ocurría entretanto en el norte? La documentación aquí
            recopilada tiene sí un vacío al respecto, sin duda no por descuido sino por la
            naturaleza de las fuentes consultadas, ya que el grueso gira alrededor de Otero
            y otros personajes que actuaron en el centro, y por la pérdida de la documen-
            tación de Trujillo en la ocupación chilena de 1881-1883. La ya comentada
            obra del juez Rebaza y los trabajos emprendidos en el siglo XX y lo que va del
            actual por investigadores locales permiten suplir en parte dicha falta. Respec-
            to al sur, en este tomo no hay un cuerpo orgánico de documentos y además
            hay poco sobre la actuación de las partidas en las correrías de Miller, si bien
            algún que otro documento muestra a personajes que lo apoyaron en el sur y la
            presencia del escuadrón de Aldao en esas operaciones. Pero es excesivo decir
            que por haber sido esta región «bastión realista» con «numerosos sectores
            indígenas» fidelistas se pueda explicar un desinterés «reflejado también en la
            CDIP», como afirma Fonseca.
                    Al respecto, se ha visto ya como este tomo tiene documentos sobre la
            rápida difusión de la noticia del desembarco de San Martín en Puno y el gran
            entusiasmo que despertó. Igualmente, sobre la acción del cacique Catacora
            en dicha zona hasta el ingreso de los patriotas al Alto Perú en 1825. Otro
            veterano de la rebelión de Pumacahua, Esteban de Urdapileta y Mendoza, se
            hallaba en Lucanas en setiembre de 1821; daba cuenta de la «adhesión gene-
            ral» de los naturales de las provincias interiores del Cuzco y de su convicción
            de que con la presencia de alguna fuerza progresaría la causa. Corresponsal
            de San Martín en Chumbivilcas y nombrado por éste como subdelegado de
            dicho partido, José Guevara retransmitió comunicaciones para muchos pa-
            triotas en el departamento del Cuzco; recibió correspondencia de Arenales



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