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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            nuestra diocesi desde nuestro ingreso en ella y particularmente observado en
            esta doctrina en que muchas mujeres estilan la ropa interior de faldellines tan
            altos que haciendo obstentacion del calzado y vajos lo manifiestan con inde-
            cible inmodestia, tanto por la parte inferior como por la superior descubrien-
            do las caderas. Las suias con igual disposicion cortadas que hacen el ornato
            de su liviana profanidad con otras imbenciones no menos escandalosas que
            demuestran el lujo y el espiritu de desonestidad de que se hallan poseidas;
            siendo lo mas sensible que con semejantes ornatos y diavolicas imbenciones
            se atrevan a profanar el Santuario entrando en el santo templo y casa en que
            se adora la magestad divina, mas para provocar su justa indignacion, que para
            impetrar su divina misericordia. Por tanto y teniendo presente ser éste uno de
            los puntos mas recomendados del catolico celo de nuestro reynante monarca
            (que Dios guarde) mandando se observe lo dispuesto por su augusto padre en
            el capitulo veinte y dos de su Real Pracmatica establecida y publicada en el año
            de mil setecientos veinte y tres en el que manifesto ser de su real desagrado
            las modas escandalosas de las mujeres en sus trages y contra la modestia y de-
            cencia que en ellos se deve observar, encargando a los obispos y prelados que
            con celo procuren corregir estos excesos, cuia disposicion siendo general deve
            con mucha mas razon observarse a las yglesias y en los sagrados misterios de
            nuestra redempcion y conformandonos con lo que prescriven los sagrados
            canones y concilios y con las catolicas reales intenciones, mandamos pena
            de excomunion mayor ipso facto incurrenda que todas las mujeres de este
            dicho pueblo de qualesquiera condicion o calidad que sean moderen los tra-
            ges, vistiendose con la mayor decencia en atencion al justo reparo de que esta
            desemboltura es conocida ruina de sus almas; y en su consecuencia no usaran
            los trages expresados siendo las sayas largas hasta el empeine del pie, y subien-
            dolas hasta cubrir la cintura de suerte que no se descubran los vajos y piernas
            y lo mismo se observe en los faldellines, y las que usaren colas por ser sus es-
            tados las suelten en las yglesias sin que en ninguna manera estilen levantarlas
            por propia mano o criada manifestando el interior de los vajos y calzado, y
            que traygan mas honestamente cubiertos los pechos y brazos con las camisas
            y jubones; que a las que corresponde por su estado usar el manto sea de suerte
            que con el cubran toda la parte superior y con el mismo respeto las criadas y
            las que sirviesen en las yglesias a las señoras vestiran de largo hasta el empeine
            del pie, lo que igualmente practicaran las mujeres de mantilla. Y todas quando
            asistan en el templo a los divinos oficios, tendran cubierta la caveza conforme



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