Page 95 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            ciento que destacó el Señor Guirior, para impedir el progreso de las noveda-
            des acaecidas en aquella ciudad y los doscientos serán de las milicias provin-
            cianas, viniendo éstos por la parte en que se halla fortificado el Indio, de modo
            que se le pueda atacar por todas partes.— Todos estos socorros y su prontitud,
            se necesitan para la guardia de esta ciudad, que es la clave del reyno; ella care-
            ce de armas y de sujetos que las manejen, pues solo abundan indios, cholos y
            mestizos, que por interesarse en los latrocinios del rebelde, dejarían nuestras
            banderas y pasarían a las contrarias.— Ni hasta la hora que escribo ésta, logra-
            mos la mejor esperanza, aunque en los pueblos inmediatos, se observan apa-
            riencias de quietud: las premisas antecedentes, nos hacen presumir fundada-
            mente,  que  según  los  pasos  que  diere la cabeza del motín,  se  vayan
            alborotando los lugares por donde pasare, supuesta la obediencia que le dan
            los caciques que encuentra. Al de Quiquijana, le ha mandado, según me ha
            escrito el Cura, que levante la horca y la tenga prevenida. El de Oropesa, se
            manifiesta fiel, por que se mantiene con los nuestros cerca de un desfiladero
            con mil y quinientos indios, poco más o menos; y por éste honor, que aún no
            sabemos si será constante, le escribí carta gratulatoria de reconocimiento, es-
            forzándolo a la continuación de su lealtad, prometiéndole beneficios eclesiás-
            ticos para sus deudos y hermanos clérigos; tengo su respuesta y la satisfacción
            de que me asegura todo lo que le pido, como lo verá Vuestra Señoría Ilustrísi-
            ma en los autos que he seguido por mi parte, que remitiré en el correo próxi-
            mo; pues el tiempo me viene muy estrecho y ceso rogando a Dios guarde a
            Vuestra Señoría Ilustrísima muchos años. Cuzco y noviembre diez y siete de
            mil setecientos ochenta.— Es copia de la carta que el Ilustrísimo Señor Obis-
            po del Cuzco, escribió al Señor Visitador General Don Joseph Antonio de
            Areche, en el día de su fecha, doy fe.— Doctor Don José Domingo de Frias,
            Secretario.—


                    (Al margen: Carta)
                    Ilustrísimo Señor. Muy venerado señor mío: Considéreme Vuestra
            Señoría Ilustrísima lleno de amarguras a la vista de los espantosos sucesos
            que en relación difusa hago por la adjunta a Vuestra Señoría Ilutrísima, ellos
            son de tanta magnitud, que tienen embargadas en el todo las potencias de mi
            alma y penetrado de los más vivos sentimientos mi corazón al tamaño de mi
            celo y amor por las causas de Dios, de la religión y del Rey, objetos tan inte-
            resantes al oficio pastoral, que ejerzo y que no puedo mirar despreciados sin



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