Page 698 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
P. 698
Volumen 3
Inicio de la rebelión
y desembarazado el tránsito, determinamos con el Cura de Pitic, marchar con
ambas feligresias, reduciendo y reclutando los pueblos conjurados de Capamarca
y Cancahuanca, a unirnos con el cuerpo del ejército contra el principal enemi-
go Tupa Amaro. Hallándose de paso el Licenciado Don Felipe Holguín, le tengo
suplicado, quede supliendo el Ministerio de mi cargo el tiempo de mi ausencia;
por cuyo despacho suplico a Vuestra Señoría Ilustrísima, pues a causa de que los
enemigos se le llevaron todos sus trastes y entre ellos sus papeles, sin embargo, de
no habérsele cumplido el término de sus licencias (como se verá en el Archivo),
tiene presentado escrito para refrendarlas, lo que espero de la benignidad de Vues-
tra Señoría Ilustrísima. Hallándonos en las primeras invasiones de los enemigos,
sin auxilio de que pueda subsistir la gente de Mara, Pitic, Apumarca, Airiguanca,
Curasco, Palcaro, Totorguailas, Tambobamba y Chacaro, que estaban actualmente
combatiendo y no haber hacienda de que echar mano en necesidad urgente y no
ser posible perjudicar a los que con lealtad estaban sirviendo a su Majestad y ser
de acción de contemplarlos, fue preciso se valiese de nueve vacas de la iglesia de
Cocha y veinte pesos de la iglesia de Haquira, con recibos que se dieron para que
se ocurra a la Real Hacienda, conforme a la prevención del Señor Comandante,
sin abonar los mayores gastos que se han hecho de mi peculio y que cotidiana-
mente hago, desde veintitres de enero.— En todas las refriegas que he tenido con
los enemigos, no he experimentado mas daño que tres muertos, a causa de haber-
se arrojado estos con temeridad privadamente a restaurar sus ganados, operando
bastante mi empeño en los alzados, triunfando siempre de ellos; lo que participo
a Vuestra Señoría Ilustrísima, para que como Padre, dé gracias al todo poderoso
de los aciertos de sus hijos, quienes le desean la mejor salud por muchos años para
nuestro consuelo. Mara y marzo veintisiete de mil setecientos ochenta y uno.—
Besa los pies de Vuesa Señoría ilustrísima su más rendido hijo y capellán.— Juan
Antonio Palacios.
(Al margen: Otra de los curas de Cotabambas).
Ilustrísimo Señor.— Señor: El día veinticinco del pasado, salimos de Santo
Tomás para los restantes pueblos de la Provincia de Chumbivilcas, Colquemarca,
Velille y Livitaca, y dejándolos reducidos y pacíficos, nos reunimos en este último
con la expedición de Paruro, comandada por Don Manuel Castilla y Don Isidro
Guizasola, con quienes conferimos la ruta que habíamos de tomar para acercar-
nos con la mayor brevedad para Tinta, en virtud de las órdenes del Señor Inspec-
697