Page 696 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
                                                                         Inicio de la rebelión
            sente preciso, cuya fineza esperamos encontrar en los mismos términos que la
            busca nuestra humilde confianza. Asístanos Dios con su misericordia y guarde la
            importante salud de Vuestra Señoría Ilustrísima, como tan importante al abrigo y
            bien de sus rendidos súbditos. Campo de Santo Tomás y marzo veintitres de mil
            setecientos ochenta y uno.— Estamos a los pies de Vuestra Señoría Ilustrísima sus
            más humildes rendidos súbditos y beneficiados capellanes.— Doctor Manuel José
            de Cabrera y Yépez.— Pablo Luis de Cabrera y Yépez.—

                    (Al margen: Respuesta).
                    He recibido la de Vuesas Mercedes de veintitres del pasado, en que me
            comunican la plausible noticia de la derrota que padecieron los rebeldes en la Pro-
            vincia de Chumbivilcas en los combates de los días dieciocho, diecinueve, veinte
            y veintiuno, con pérdida de muchos de ellos y ninguna de los nuestros, y otras
            circunstancias dignas de nuestra atención y que hicieron completo el triunfo de
            nuestras armas; lo mismo que con más extensión informan Vuesas Mercedes con
            fecha de veinticuatro del citado mes, en consorcio de los demás curas que acom-
            pañaron nuestra expedicion; y si a todos doy las gracias por el celo con que se
            han portado, esforzando sus feligreses a la defensa de la religión y del Rey, cu-
            yos soberanos derechos han tirado a subversión, estos infieles y traidores vasallos,
            iguales expresiones repito a Vuesas Mercedes en particular, manifestándoles mi
            complacencia y la del público por tan señaladas acciones y esperando que en lo
            futuro correspondan los felices progresos al empeño, con que se continuará, hasta
            que queden escarmentados en él todos los rebeldes y enteramente tranquilas y pa-
            cíficas esas infelices provincias, tantas veces acometidas y hostilizadas de los ene-
            migos. Nuestro Señor guarde a Vuesas Mercedes muchos años. Cuzco y abril dos
            de mil setecientos ochenta y uno.— De Vuesas Mercedes afecto.— El Obispo del
            Cuzco.— Señores Curas Don Manuel José Cabrera y Don Pablo Luis Cabrera.—




                    (Al margen: Carta a Su Ilustrísima, de Don Pedro Santisteban, Cura de
            Chuquibamba).

                    Ilustrísimo Señor Doctor Don Juan Manuel de Moscoso y Peralta.— Muy
            Señor mío de toda mi mayor veneración y respeto: Doy parte a Vuestra Señoría
            Ilustrísima de que por disposición de todos los señores de esta expedición fuimos
            con la embajada de paz a los enemigos, en los altos de este Santo Tomás, tres ecle-
            siásticos, el Cura de Guayllate, yo, y mi hermano, en este acto a mi y a mi hermano


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