Page 692 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen 3
Inicio de la rebelión
Juan Carlos García.— Tomás Manuel de Gorvenia Mollinedo y Larrea.— Pedro
de Santisteban.— Pablo Luis de Cabrera y Yépez.— Manuel José de Cabrera y
Yépez.— Ilustrísimo Señor Doctor Don Juan Manuel de Moscoso y Peralta.—
(Al margen: Respuesta).
Muy estimados hijos: en carta de veinticuatro del pasado me hacen Vue-
sas Mercedes una relación exacta de los felices progresos que tuvo nuestra expedi-
ción, dirigida al comando de Don Domingo de Marnara, Don José Acuña y Don
Francisco de Laysequilla, a sujetar la osadía y frecuentes. irrupciones de los rebel-
des, que intentaban en la provincia de Cotabambas y habían ejecutado con trági-
cas consecuencias en la de Chumbivilcas; a la que acompañaron Vuesas Mercedes
por el celo con que advierto animados en defensa de la religión, de los dominios
tiranizados del Rey Nuestro Señor y de la causa pública, para esforzar a sus res-
pectivos feligreses a que se opongan n los fanáticos designios del insurgente Tupa
Amaro y sus pérfidos secuaces. El arreglo con que nuestras tropas se dispusieron
para salir al encuentro de los enemigos, bien lo acreditan las señaladas acciones
de los días dieciocho, diecinueve, veinte y veintiuno, en los cuatro combates que
se tuvieron siempre con considerable pérdida de los contrarios hasta derrotarlos
enteramente, quedando en el campo como trofeo de victoria sus insignes jefes
Tomás Parvina y Felipe Miguel Bermúdez, y por despojos un cañón, pólvora, mu-
niciones, víveres y otros muebles, de que se aprovecharon nuestros vencedores.—
Puedo asegurar a Vuesas Mercedes, que al imponerme en la mencionada relación,
se llena de ternura mi corazón, levanté los ojos al cielo, para dar gracias al señor
de los ejércitos, por haber concedido a nuestras armas un triunfo tan completo y
circunstanciado, que él solo, es bastante para abatir el orgullo de Tupa Amaro y
darle a conocer las flaquezas de sus fuerzas y el fin funesto, que le espera en cas-
tigo de sus enormes delitos e indecibles males, que ha causado en los pueblos y
provincias de esta desgraciada Diócesis y a Vuesas Mercedes por el esmero con
que han obrado, exponiendo sus vidas a los mayores riesgos, llevados del santo
fin de atajar la sublevación de sus doctrinas y el contagio de sus feligreses en los
mismos movimientos de rebelión; de esta conducta y manejo de Vuesas Mercedes
está enteramente satisfecho el Señor Visitador, lo está el público, de que me resulta
singular complacencia y lo estará también el Señor Virrey de este reyno, a quien
daré cuenta de todo lo acaecido y no pararé hasta no poner acciones tan glorio-
sas en la noticia de nuestro soberano, pues debo decir a Vuesas Mercedes, que al
paso que me han llenado de amarguras los acontecimientos de esta rebelión, en
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