Page 553 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            suceso acaecido en el pueblo de Sangarará, donde murieron más de seiscien-
            tas personas de la mayor distinción, los más chapetones enemigos nuestros,
            quienes vinieron a defender los fueros del Corregidor, que mandé ahorcar de
            esta provincia.— En lo mismo han de venir a parar los que fuesen de la banda
            de los chapetones; aunque sean paisanos y los que no se arreglasen a mis de-
            terminaciones, las que se enderezan a buscarles alivio y librarles del remo que
            hasta aquí habían tenido con los corregidores y con las malas introducciones,
            y los que sean leales tendrán su premio.— Deseo que usted cumpla con mi
            orden y Dios le guarde muchos años. Tungasuca y noviembre veinte y uno de
            mil setecientos ochenta.— Beso la mano de usted su muy amante primo.—
            Don José Gabriel Tupa Amaro Inca.


                    (Al margen: Edicto).
                    Don José Gabriel Tupa Amaro indio de sangre real de los Incas y tron-
            co principal.— Hago saber a todos los vecinos de la provincia de Lampa, mo-
            radores estantes y habitantes en ella y sus inmediaciones de cualquier estado,
            calidad o condición que sean; como los repetidos clamores, que los naturales
            de estas provincias me han hecho incesantemente, de los agravios que se les
            infieren por varias personas, como por los corregidores europeos y que; aun-
            que habían producido varias justas quejas a todos los tribunales, no hallaban
            remedio oportuno para contenerlos y que, pues, yo, como el más distinguido
            debía mirarlos con aquella lástima que la misma naturaleza exige y más con
            estos infelices. Mirado todo con el más maduro acuerdo, ya que esta preten-
            sión, no se endereza en lo más leve contra nuestra santa religión católica, sino
            a suprimir tanto desorden: Después de haber tomado por acá, aquellas me-
            didas que han sido conducentes a la conservación de los indios, españoles
            mestizos y zambos, criollos, cuya tranquilidad he tenido por indispensable
            amonestar, como amonesto a mis amados compatriotas y es caso necesario
            mandarles no presten obediencia, ni den auxilio a los jueces de dicha provin-
            cia, ni sus contornos para efecto de sorprenderme ni a mis allegados, porque
            en este caso experimentarían sus habitadores todo rigor que el día pide, sin re-
            serva de ninguna persona y con más particularidad contra las de Europa, bien
            entendido que éstas se extinguen con totalidad y lo mismo se deberá extender
            con aquellos que quisiesen defenderlas; para que de este modo, cesen las per-
            niciosas corruptelas, autoridades y demás funciones que los peruanos reciben
            mirando en esto las ofensas a Dios y que cesen éstas, para cuyo desempeño



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