Page 558 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen 3
Inicio de la rebelión
(Al margen: Bando).
En el pueblo de Lampa, provincia de este nombre en tantos días de tal
mes y año. El señor General Don Vicente Flores, Corregidor y Justicia mayor
de ella y su jurisdicción por Su Majestad y los señores Generales Don Fulano
y Don Zutano, Corregidor de la de Azángaro, Paucarcolla, etcétera, dijeron:
Que por cuanto el traidor José Gabriel Tupa Amaro, Cacique del pueblo de
Tungasuca de la provincia de Tinta, después de haber practicado el exceso de
hacer ahorcar al Corregidor de ella, Don Antonio de Arriaga ha procedido y
precipitádose al más sacrílego y enorme hecho de querer apoderarse de este
reino, quebrantando la fidelidad y vasallaje que debemos rendir a nuestro ca-
tólico monarca Don Carlos tercero (que Dios guarde) y a cuyo fin, para atraer
a su partido gentes incautas, las ha seducido con engañosas promesas; aparen-
tándoles ser su ánimo solamente el aliviar a los naturales del reino de las ope-
raciones, que supone y figura estar padeciendo, y el que éstos vivan en paz y
tranquilidad, exterminando y quitando de medio unicamente a los europeos,
y en cuya forma convoca a los criollos a que sigan su facción; aunque sean
de calidad de españoles, fulminando amenazas para en caso que no hayan de
practicarlo así. Siendo manifiesto a la razón y al conocimiento, que el designio
de este Traidor es el de acabar después con todos los españoles, y avasallar a
los miserables indios en tales términos que, aunque hayan de quedar salvar
sus vidas, hayan de avasallarlos y hacerse monarca de ellos, para recargar-
los entonces de pensiones, tributos y servicios insoportables, procediendo sin
respeto ni sujeción alguna. Y siendo muy propio de la obligación de dichos
señores Corregidores el hacer ver la verdad y manifestar al público los inicuos
e injustos designios del tirano Tupa Amaro, y ser su intención el tiranizar este
reino y sus naturales, y el deberse por todos medios tratar de que se aprehenda
su persona y que se evite la continuación de los escandalosos excesos tumul-
tuarios que va practicando En su conformidad, debían mandar y mandaron
se fije en cuantos lugares convenga y se pueda, la actual deliberación (que
igualmente deberá ser publicada en bastante forma) reducida a que todos y
cuantos se hallan en el continente de estas provincias y reino, tengan enten-
dido que el predicho Tupa Amaro procede capciosa o engañosamente con
fines depravados y, el principal, de apoderarse de este reino para que después
de hacerse dueño de él, sean objeto y víctima de sus tiranías, no sólo los es-
pañoles criollos (ya muertos los europeos), sino también los mismos infelices
indios. Y el que bajo de este pie y el de deber relucir la lealtad en el vasallaje que
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