Page 549 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            principios de este año; tales términos que, a no haber ocurrídose prontamente
            al reparo, con no pequeño sacrificio de las personas, aún de las gentes más
            principales y de la mía, desde luego se hubiera sufrido un golpe muy sensible
            y en mucha parte, de daños irreparables. Habiéndose entonces sabido, que
            uno de los objetos de los tumultuantes, fue el sacar de la Real Caja, el gran
            caudal que en ella existía; y desde luego, lo hubieran así practicado, si en aque-
            lla noche, en que quebrantando las puertas de la cárcel pública, echaron cuan-
            tos reos criminosos se hallaban en ella, no les hubiese amanecido el dia y frus-
            trado, por entonces, sus luces, los designios que tenían. Y así, nunca mejor que
            ahora, debemos estar al reparo del existente caudal y del que se espera venga
            de la Real Caja de Cailloma; por ser regular que su presa, puede excitar los
            ánimos de gentes inquietas a cualquier invasiones, con el fin de que tenga lu-
            gar el robo, y ellos, éste auxilio; mayormente cuando ya avisados de los pasa-
            dos sucesos, debo estar receloso de que acaezcan otros y se remuevan aquellos
            y por ellos a la mira para contener los ocurrentes insultos. Lo quinto, porque
            el mismo asentarse en la de usted y, con más especialidad, en la del Coronel
            Don Pedro de la Ballina, que por el traidor Tupa Amaro se tiene deliberada mi
            prisión (igualmente que la de otros señores Corregidores) y haberse para este
            propósito, dirigido propios a distintas provincias y a esta ciudad, con comisio-
            nes; me pone en la precisión de deber, con mayor motivo, propender por to-
            dos capítulos al reparo de mi persona, y, consiguientemente, a la precisa segu-
            ridad de esta ciudad y su provincia, cuya defensa tengo jurada y se halla a mi
            cargo. Y si dicho coronel Ballina, me hubiera especificado el sujeto a quien
            hubiese venido cometida la prisión de mi persona, me hubiera sido más fácil
            el reparo, mas como su proposición es absoluta y sin contracción a individuo
            alguno, han debido justamente crecer mis recelos y deber, por ello, tratar con
            más contracción del reparo. Y siendo regular, que la tal comisión le hubiese
            conferido a alguno de los caciques de esta jurisdicción (cual se asienta haberlo
            practicado con los de esas provincias) incluyo a usted los nombres de todos los
            de esta provincia, para que haciendo recuerdo el coronel Ballina, exponga a
            cual de ellos hubiese sido dirigido el propio, que asienta haber hecho en su
            presencia. Y en el caso de hacer cumplida memoria de ello, podrá usted ser-
            virse de dirigirme un propio a mi costa con toda aceleración, respecto de que
            el mismo hecho de haber manifestado los caciques de esas provincias, las car-
            tas que por el Traidor les fueron escritas, y no haber practicado esto en mi
            jurisdicción algún cacique, ni otro sujeto, me hace comprender parecerse falta



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