Page 496 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
                                                                         Inicio de la rebelión
            Doctor Don Carlos Rodríguez, le convidó a comer y en la mesa le dijo el co-
            rregidor: Que toda esa gente estaba pobre y que solamente le pagarían los que
            tuviesen con qué, y a los demás que estuviesen sin facultades les perdonaría; y
            que sobre tarde aun haciéndole instancia el cura para que se quedase pasó el
            Corregidor al pueblo de Tinta y en el camino le esperó Tupa Amaro con hom-
            bres de su facción, montados a caballo le salieron al encuentro y de un chafa-
            lotazo lo abarrajaron al suelo y le pusieron un par de grillos y lo llevaron al
            pueblo de Tungasuca, donde lo tuvieron preso hasta recoger todo su caudal y
            llevándolo al suplicio lo mataron como se sabe de público y notorio, y que la
            muerte se ejecutó el día once de este dicho mes. Que también le contaron que
            estaban presos Don Bernardo de la Madrid, Don Juan Antonio de Figueroa,
            su hijo y Don Francisco Cisneros y que el lunes de la presente semana falleció
            dicho La Madrid, y no puede dar razón el declarante del modo con que se le
            dio muerte. Que de Cisneros también le han dicho al declarante que también
            murió; pero que Figueroa se mantiene vivo, preso con un par de grillos. Que
            el sábado doce de este dicho mes, el comisionado de dicho Tupa Amaro, Cas-
            telo, le participó al declarante que el corregidor Arriaga era muerto en horca,
            y que preguntando el declarante el motivo, le dijo Castelo: Que por comisión
            que le había dado a Tupa Amaro el señor Visitador para que mandase ahorcar
            al referido corregidor Arriaga, la que se extendía para otros, y que por eso
            pasó Tupa Amaro a Quiquijana el domingo a prender al corregidor de Quis-
            picanche Don Fernando Cabrera, a quien no lo encontró, habiéndolo hecho
            buscar en su casa y en todo d pueblo y mandó extraer sus bienes y responde.—
            Preguntado cómo se persuadió a que el señor Visitador le hubiese dado comi-
            sión a Tupa Amaro para prender y mandar ahorcar a su propio corregidor, con
            la extensión de que lo pudiese hacer con otros más, cuando no podía haber
            fiado comisión de tanta gravedad al dicho Tupa Amaro y más cuando éste,
            después de la prisión de Arriaga, según se sabe lo redujo con violencia a que
            escribiese cartas a sus cobradores para que le remitiesen todos sus bienes de
            los que se posesionó Tupa Amaro furtivamente, dijo: Que el declarante estaba
            dudoso de la orden que se supone tener Tupa Amaro del señor Visitador y que
            por eso fue a Pomacanche, cuando lo hizo citar Tupa Amaro; que no es mucho
            que dudase el declarante sobre la orden que supone tener Tupa Amaro cuando
            aún los curas han tenido la misma duda, y que cuando supo lo que ejecutó con
            Arriaga, cuando quedó absorto, juzgando que era cierto lo que Tupa Amaro
            decía, hasta que después con los hechos de Tupa Amaro, ha creído que es



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