Page 494 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
P. 494
Volumen 3
Inicio de la rebelión
pueblo de Pomacanche con bastantes españoles, indios y alcaldes. Y llegando
a él, se presentaron todos a Tupa Amaro hacia las cinco de la mañana, porque
caminaron toda la noche, y dicho Tupa Amaro les recibió con cariño y estu-
vieron hasta las tres de la tarde, sin saber el motivo de la citación; de modo que
hasta esa hora se mantuvo Tupa Amaro repartiendo plata y ropa que halló en
el obraje de Pomacanche a los indios que traía para el resguardo de su persona,
a saber a dos reales a cada uno. Que estando entretenidos en dicha repartición
Tupa Amaro; lo llamó al declarante Juan Esteban Pacheco, Cacique de Poma-
canche, a Evaristo y a Hermenegildo Delgado, hermanos y los separó del con-
curso y les fue preguntando que a qué habían ido y los tres respondieron que
a saber lo que contenía el auto o orden que decía tenía Tupa Amaro del señor
Visitador General; igualmente les preguntó Pacheco si llevaban armas y res-
pondieron que no, y oyendo Pacheco a los mencionados les dijo que el tenía
armas y manisfestó una pistola cargada con la cual fue su ánimo matar a Tupa
Amaro o prenderle, porque contrajo que era alzado y por último se acobardó
por ver el crecido número de gente que había, que a su parecer habría cosa de
tres mil almas: Que después llamó al declarante Don Antonio Navarrete al
cuarto del administrador de dicho obraje, y de facto entraron entre los Delga-
dos y Don Marcos de la Torre y hallaron en él a Don Antonio Castro, Cacique
de Combapata y a otros muchos que no conoció el declarante, y se sentaron
todos para almorzar y en este tiempo les dijo el administrador Don Hilario
Yáñez. Desdichado el hombre que hubiese escrito carta al corregidor de dicha
provincia Don Fernando Cabrera, dándole aviso; pues, Tupa Amaro ya tenía
noticia del sujeto que se la había dirigido, que fue el declarante, porque esta
tarde moriría en suplicio. Que entonces se asustó mucho el declarante y pro-
curó salir fugitivo de Pomacanche, como lo hizo por los altos extraviando ca-
minos y fue a bajar a Oropesa, donde se encontró con dicho Corregidor de
Quispicanche que estaba alistando a la gente para ir contra Tupa Amaro y le
dio aviso de lo que había visto y le pidió licencia para regresar a su pueblo a
hacer lo mismo con la suya. Que de facto marchó y habiendo llegado a la pri-
mera estancia nombrada Puica, preguntó por los indios al indio segundo del
declarante que se llama Pascual Huamaní y le respondió, que el Alcalde del
Campo, en nombre de Tupa Amaro, les había dicho a los indios que pasasen
al pueblo de Acomayo con sus hondas, pues, el cacique nuevo que había pues-
to dicho Tupa Amaro, les apercibió estuviesen a su disposición; y viendo albo-
rotada la estancia pasó el declarante a otra llamada Yactapampa donde estaba
493