Page 493 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
que concurrieron el mencionado día. Y que esta es la verdad y no tiene otra
cosa que declarar só cargo del juramento que tiene hecho, y siéndole leída
esta su declaración se afirmó y ratificó en ella, y dijo ser de edad de cuarenta
y seis años y que no le tocan las generales de la ley y la firmaron, dicho señor
Alcalde de que doy fe.— Y asimismo firmó el asesor de Junta de Guerra.—
Sebastián José de Ocampo.— Doctor Francisco Javier de Olleta.— Evaristo
Delgado.— Tomás de Gamarra. Escribano Público.
En la ciudad del Cuzco, en diez y ocho días del mes de noviembre de
mil setecientos y ochenta años. El señor Coronel Don Sebastián José de Ocam-
po, vecino y Alcalde ordinario en ella y su jurisdicción por Su Majestad, en
prosecución de las diligencias que se están actuando, hizo comparecer ante mi
a Don Luis Farfán, español, Cacique del pueblo de Acomayo, provincia de
Quispicanche, de quien por ante mí el presente escribano le recibió juramento
y lo hizo por Dios Nuestro Señor y a una señal de cruz, según forma de dere-
cho, só cargo de él prometió decir verdad en lo que supiese y fuese pregunta-
do, y siéndolo sobre los hechos practicados por José Tupa Amaro, Cacique de
los pueblos de Tungasuca, Surimana y Pampamarca de la provincia de Tinta,
dijo: Que el sábado once del corriente, estando el declarante en su pueblo le
hizo llamar un fulano Castelo de Sicuani con Jerónimo Farfán y con efecto
fue, y en la casa de Hermenegildo Delgado le notificó verbalmente que hiciese
juntar toda su gente para oír un auto, y que el mismo oficio corrió Castelo con
Don Marcos de la Torre, Cacique de Tumicalla en el pueblo de Acomayo; que
ambos concurrieron en casa de dicho Hermenegildo Delgado donde estaba
Castelo, quien en nombre del señor Visitador General les leyó un auto firma-
do por dicho Tupa Amaro, en que se les previno que compareciesen el lunes
trece de este mes de noviembre en el pueblo de Pomacanche, y obedeció el
declarante y su compañero Torre y puesta la diligencia del obedecimiento se
fue dicho Castelo: Y la propia noche entraron en acuerdo con Don Hermene-
gildo Delgado en escribir carta al señor Corregidor de la provincia de Quispi-
canche Don Fernando Cabrera, dándole noticia de lo acaecido; y cuando llegó
la carta del declarante al pueblo de Quiquijana, donde se hallaba ya no estuvo
en él. Y esa misma noche ensillando mulas venían cosa de tres cuadras con
ánimo de venir a esta ciudad en compañía de Don Hermenegildo y Don Eva-
risto Delgado, y diciéndoles el testigo que no había necesidad de venir a esta
ciudad, cuando no hallaban fundamento, condesciendieron y se fueron al
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