Page 489 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
                    En la ciudad del Cuzco, en diez y siete de noviembre de mil setecientos
            ochenta años, en virtud de la comisión antecedente el señor Coronel Don
            Sebastian de Ocampo, Alcalde Ordinario de segundo voto en ella y su juris-
            dicción por Su Majestad, para continuar en la declaración que antecede, hizo
            comparecer a Evaristo Delgado, preso en el cuerpo de guardia, de quien por
            ante mí el presente Escribano le recibió juramento, que lo hizo por Dios Nues-
            tro Señor y a una señal de cruz, según forma de derecho, so cargo de él pro-
            metió decir verdad de lo que supiere y le fuere preguntado y siéndolo al tenor
            de la pregunta última que se le hizo en la declaración del día de ayer, dijo: Que
            se ratifica en su respuesta.— Preguntado cómo dice que presumió que la cita-
            ción que hizo Tupa Amaro dimanase de orden del señor Visitador General,
            cuando debía advertir que un señor ministro de tanta autoridad no había de
            fiar comisión alguna del cacique Tupa Amaro, teniendo sujetos de circunstan-
            cia a quienes dirigir sus comisiones, dijo: Que cuando recibió la carta de cita-
            ción fingida la orden, que supuso tener Tupa Amaro del señor Visitador Ge-
            neral y por eso le dio aviso inmediatamente por carta a Don Manuel de
            Castilla, Corregidor de la provincia de Paruro, dándole noticia de que era ci-
            tado por el cacique Tupa Amaro, y que la carta se la dirigió por mano de Don
            Miguel Vértiz, vecino de Paruro y sabe que la recibió el dicho Corregidor a
            cuyo contexto se remite, pues, en él le dice el declarante que pasará a Poma-
            canche a informarse de lo cierto, para dar aviso de lo que hiciere Tupa Amaro
            por la comisión que suponía tener para juzgar cinco corregidores; y que de
            vuelta de Pomacanche, habiendo sido testigo de lo que practicó dicho Tupa
            Amaro en el obraje, pasó a Paruro y le participó al Corregidor todo lo que
            tiene referido en su declaración y le pidió una carta para comparecer en esta
            ciudad con la cual vino y la entregó al Comandante Don Joaquín Valcárcel, a
            lo que también se remite y responde.— Preguntado si sabe que dicho Tupa
            Amaro hizo alguna irrupción en el chorrillo de Don Juan Antonio de Figue-
            roa, y si le extrajo sus bienes, armas y tres pedreros que tiene y el motivo por
            qué le puso preso en Tungasuca, dijo: Que sabe que no hizo irrupción alguna
            Tupa Amaro en el chorrillo de Quipococha, propia de dicho Don Juan Anto-
            nio de Figueroa; y que tuvo noticia, aunque no se acuerda quien se la dio, que
            estando ya preso Figueroa en Tungasuca, por orden de Tupa Amaro, le hizo
            éste escribir una carta a cuyo administrador Don Diego Colunga para que le
            remitiese los pedreros, que no sabe el declarante cuántos son e ignora si los
            despachó Colunga a Tungasuca o no, y responde.— Preguntado si después de



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