Page 120 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
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             derrota y que Nuestro Señor lo guarde muchos años.— Cuzco y febrero dos
             de mil setecientos ochenta y un años.— Es copia de la carta que el Ilustrísimo
             Señor Obispo del Cuzco, escribió al Señor Visitador, doy fe.— Doctor Don
             José Domingo de Frias, Secretario.—


                    (Al margen: Carta)
                    Ilustrísimo Señor Visitador General Don José Antonio de Areche.—
             Ilustrísimo Señor.— Señor de mi mayor veneración: Después de haber ce-
             rrado anoche la que tenía escrita, solo con arreglo a la que recibí de Vuestra
             Señoría Ilustrísima, en el correo llegó a mi mano la de veintinueve de enero,
             en que Vuestra Señoría Ilustrísima me duplica júbilos, con noticias de su cer-
             canía, cuando yo me hallo en la dura necesidad de corresponderle mal, con
             funestas novedades propias de la situación en que nos hallamos.— Ya dije a
             Vuestra Señoría Ilustrísima, en mi antecedente, que no se podía fijar la pluma,
             mientras no salen los avisos y correos, y luego que puse la expresión, entró
             para confirmarla el Cura de Collcha, participando de parte del Corregidor
             de Paruro, el riesgo en que se halla aquel pueblo, amenazado del rebelde, con
             las provincias de Tinta y Chumbivilcas, que se disponen para arruinarlo y
             ganar la voluntad de sus indios, que han sido de nuestra facción. La gente que
             sigue a dicho Corregidor, pudo limpiar los altos de un pueblo, que llaman
             Accopía del partido contrario y después de haberlos ocupado con felicidad,
             entró al pueblo de Quisguar, perteneciente a la Provincia de Quispicanchis
             para castigarlo, como lo hizo, arruinando todas las casas de los confederados
             en contra y aprovechándose de todo el ganado y despojos que allí había de-
             positado el enemigo, mató. ciento y cincuenta indios alzados, quedando con
             esto enfurecidos los demás, para emprender el asalto de Paruro, a que no se
             podrá resistir, menos de salir de aquí algún considerable auxilio: Anoche se
             hizo el recurso al Comandante y siendo ya las once del día, no sabemos lo que
             se habrá resuelto.— A Don José Antonio, escribo con extensión los demás
             puntos que hacen el estado presente de la sublevación y. defensa. El impondrá
             a Vuestra Señoría Ilustrísima de todo lo que concibo, sobre los designios del
             indio, en orden al puente de Apurímac y robo del real tesoro, que se guarda en
             las cajas de Chucuito. Sería la última fatalidad, perder tan crecido caudal que
             desea el indio para costear sus excesos.— Siendo la salud de Vuestra Señoría
             Ilustrísima todo el objeto que ocupa mis deseos y el amor con que propendo
             a la conservación de su importante y utilísima persona, no puedo dejar de



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