Page 587 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
injustamente, al Gobernador Don Juan Manuel Palazuelos, y la preciosa mina
que publica su deplorable estado, por cuantas bocas tiene. Y aquí, revestido de
una autoridad excesiva, atropelló y ultrajó a varios sujetos honrados, atenta-
damente, persuadido de que como Subdelegado de la Visita General, lo podía
todo. Mantuvo públicamente una ilícita amistad, y aunque con ella dió mucho
que decir, fué aun mayor el escándalo que ocasionó, pretendiendo con empe-
ño que se casara una hermana de su amiga con un noble joven de este vecin-
dario; siendo ella de una extracción sacrílega e infame, a cuyo fin practicó los
más eficaces oficios a cara descubierta, cerca del Señor Obispo; quien más por
razón de Estado, y por intercesión de la Priora de Santa Catalina, que movido
de la Justicia, se resistió como debía a las solicitudes de Ordozgoyti; y por eso
no tuvo efecto el tal matrimonio, de cuyas resultas persiguió, con el mayor
encono, a Don Simón Gutiérrez que, como cuñado del muchacho, se opuso a
sus ideas.
Don José Lagos y Don José Sánchez, Administradores de Rentas
Reales de esta Ciudad, y hechuras del Señor Areche, son también sujetos de
pésima conducta, quienes, con un falso celo del mejor servicio del Rey, han
hostilizado y están hostilizando mucho este vecindario, y las provincias in-
mediatas. El primero fué elegido Comisario de Guerra a los principios de la
Rebelión (a falta de hombres buenos...) por la Junta que aquí se formó, y hasta
ahora continúa; pero es inexplicable su mala versación en el encargo. Como
tal Comisario se le confió el depósito de los bienes aprehendidos al Rebelde
José Gabriel Túpac Amaru; y ha robado tan descaradamente al público, con
este motivo, que en cuatro días se ha hecho rico; siendo así, que su sueldo
(apenas lo ha disfrutado cuatro años) no es suficiente para sostener los exce-
sivos gastos de su lujo; pero sin embargo están trabajando para él, la mayor
parte de los plateros de esta Ciudad, ricas piezas de plata y oro; y además se le
considera un crecido caudal, logrando la mayor quietud de ánimo, persuadido
de que se halla vindicado de todas sus criminalidades con los informes que
ha conseguido cautelosamente de estos Cabildos, y de algunos sujetos de este
vecindario que, con punible debilidad, canonizan su conducta y la de Sánchez,
siendo notoriamente perversa.
El Señor Areche ha sido bien informado de los escándalos de esos sub-
alternos suyos; mas no obstante se ha mostrado tan apasionado de todos, que
son la niña de sus ojos, especialmente Don Juan Domingo Ordozgoyti; y por
eso, aún en los últimos períodos de su mando, lo colocó de Gobernador
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