Page 528 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen 1
La verdad desnuda
59.-Aquí desmaya, Señor, la pluma contemplando los extremos a que
las pasiones conducen el corazón humano, cuando no las refrena el santo te-
mor de Dios. Aquí amortigua la razón considerando que el desagravio de tales
ofensas debía solicitarse solamente con la espada, si no lo tuviera prohibido,
estrictamente, la Iglesia Santa y Vuestra Legislación; y si no fueran los falsos
calumniantes incapaces de sostener de este modo la proposición. Y finalmente
se siente tan embargado aquí el discurso, que no acierta a exprimir sus senti-
mientos; por atropellados los conceptos no encuentran salida proporcionada,
ni en los labios ni en la pluma, para explicar como quisiera la inhumanidad
de vuestro Reverendo Obispo y la iniquidad de Don Vicente de la Puente, no
tanto por estar manchados de la inocente sangre de mi tío, como persuaden
los documentos apuntados y grita todo el Pueblo, cuando por la voracidad
con que impíamente ofenden sus cenizas; acreditándose con esto más feroces
y sangrientos que las bestias más fieras; porque éstas, es constante, deponen
toda su rabia, viendo rendido o muerto a su contrario; y ellos hacen pasar más
allá del sepulcro el odio que injustamente concibieron contra Don Antonio de
Arriaga, atribuyéndole, públicamente, el vicio más infame entre los hombres
de honor.
60.-Arriaga tuvo una crianza más opulenta que el Obispo del Cuzco.
Dotólo Dios de una alma muy noble y generosa, Aprendió muy niño, en los
Reinos extranjeros, la urbanidad, la cortesanía y el trato más amable de las
gentes. Estos principios bien establecidos en su corazón y la experiencia, le hi-
cieron conocer que nada obligaba tanto a los hombre como el obsequio; y que
los negociantes de esplendor (como él lo fué) debían mantener una mesa fran-
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25. «Señor Don Eusevio Balza de Verganza.- Muy Señor mío y amigo: En contestación de la estimada de Vuestra merced. de 17 de
Marzo, digo: que conservo especies de haber referido a Vuestra merced el pasaje con el Señor Obispo de esta Ciudad; con motivo de
irle a ver en compañía de Don José Andía, Oficial Real de estas Cajas, en tiempo que se había suscitado la competencia de jurisdicción
con su tío de Vuestra merced, el Señor Don Antonio de Arriaga, rodeó el Señor Obispo la conversación hasta entrar en el asunto
del día; en que se explicó con las palabras más denigrativas contra su tío de Vuestra merced, tratándole de ebrio, y diciéndole había
embarcado, a su venida de España, treinta mil botellas de licores y vinos».
«Antes de salir a la expedición contra el Rebelde José Túpac Amaru, acompañé al Señor Inspector Don José del Valle que se fué a
despedir del Señor Obispo. En esta ocasión, en presencia de Don Matías Baulén, también movió la misma conversación. Haciendo
expresiones poco favorables a la memoria de Don Antonio de Arriaga. ya difunto.»
«El Señor Inspector no pudo llevarla en paciencia y le contradijo, diciendo había conocido a su tío de Vuestra merced, con quien había
caminado más de trescientas leguas, y siempre le había observado prendas de hombre de bien, que en todas partes le habían adquirido
la pública estimación, y la de los particulares que habían experimentado su trato». «Sea casualidad o no, a mí me admiró que en dos
únicas ocasiones que he visitado a este Obispo, en ambas, haya tocado la conversación contra su tío de Vuestra Merced. Esto me
hace creer que, aún después de muerto, no ha mitigado la mala voluntad y resentimiento motivado de dicha competencia.-Dios dé
a Vuestra merced resistencia para tantos pesares y tan fuertes émulos, y guarde a Vuestra merced muchos años-Cuzco, 9 de Julio de
1781.- Besa la mano de Vuestra merced su amigo y seguro servidor.- José Antonio Vivar.» [nota del autor]
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