Page 527 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            cómo lo había de impedir cuando asienta Lamadrid que la celebró, comiendo
            ese día con sus ayudantes y Túpac Amaru? Es digno de toda la atención de
            Vuestra Alteza lo que expone Figueroa, tanto acerca del dominio que tenía
            el Cura de Tungasuca sobre los pensamientos y acciones del Rebelde, cuanto
            sobre la plática que hizo su ayudante Don Ildefonso Bejarano (después de
            muerto Arriaga) al innumerable pueblo que presencio la tragedia. En cuanto
            a lo primero dice: que no era capaz el indio de hacer cosa alguna contra la
            voluntad del Cura, ya porque lo había criado, y le estaba siempre obediente. y
            ya porque le tenía suplido mucho dinero para sus ahogos. Y en cuanto a lo se-
            gundo: que habiendo subido Bejarano a la escala del patíbulo, en tono de ser-
            món, dijo entre otras expresiones escandalosas éstas: «que viesen el paradero
            de aquel hombre por haber perdido el respeto a los eclesiásticos y al Señor
            Obispo. y que viesen que hasta los palos de la iglesia habían servido para hacer
            horca para él», añadiendo Figueroa otra particularidad: que el mismo Felipe
            Bermúdez, aún siendo traidor, entró llorando a su prisión, compadeciéndose
            de los defectos y vicios que imputaba, injustamente Bejarano al Corregidor
            después de muerto tan lastimosamente.
                    58.-¿Pero qué mucho es, que se explicase así un clérigo idiota y mer-
            cenario delante de un auditorio rudo y estólido?, cuando el mismo Reveren-
            do Obispo. después de dos meses de la muerte del Coronel Don Antonio de
            Arriaga, tuvo valor para retratar a éste por hombre de la conducta más pésima
            y abominable a presencia del Mariscal de Campo de vuestros Reales Ejércitos
            Don José del Valle, de Don Matías Baulen, Coronel de Milicias y Corregi-
            dor provisto para esta Ciudad, y de Don José Antonio Vivar, Gobernador que
            acaba de ser de la Provincia de Paucartambo? Léase, Señor, atentamente la
            carta en que éste me lo comunicó (se halla a f... del citado documento N° 9) Y
            se verá en ella comprobado en el modo posible, por ahora, un procedimien-
            to tan inhumano, que toca la raya de irreligioso;  como también que luego
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            que suscitó la competencia de Jurisdicción entre mi tío y la Curia Eclesiástica,
            habiendo pasado a visitar el mismo Don José Vivar al Obispo, asociado del
            Contador de estas Cajas Reales Don José de Andia, a precencia de los dos, se
            explicó el Prelado en los términos más iracundos contra el Corregidor de Tin-
            ta, sindicándole, sin embozo, de ebrio, y poniendo por comprobante de tan
            fea calumnia el haber conducido de España a Buenos Aires 30,000 botellas de
            licores en su navío.





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