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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
que aquellos canónigos, están a medio canonizar o arreglar, que es lo mismo;
y que pongo muy en duda su salud eterna de muchos, si no restituyen a la
Iglesia lo que han recibido de esta benigna madre, sin hacerlo suyo, o sin tener
derecho alguno a percibirlo; perseverando en mí, el dolor de no haber tenido
noticia en 20 años, de que alguno haya ejecutado semejante satisfacción.
Aún es más digno de consideración, el defecto que en todo este tiempo
noté, en punto de las distribuciones de los Interpresentes o Manuales, como
los nombran en La Paz, donde más lo observé; porque en Córdoba del Tucu-
mán, apenas hay más ingreso de esta clase, que el estipendio de la misa votiva
del Santísimo Sacramento, que se celebra el Jueves de cada semana, y por cau-
sa de la cual, no se dice la conventual; semper cantanda post tertiam, según de-
cretos auténticos, sin duda por el cebo del pronto estipendio de la votiva. Estos
Interpresentes o Manuales, saben todos, o deben saberlo, que son producidos
de las dotaciones, u obras pías particulares, que en el testimonio de sus últi-
mas voluntades, dejan los patronos o fundadores de las iglesias o capillas, u
otros fieles del pueblo, como son: misas votivas, aniversarios, y otros sufragios
por las ánimas de sus difuntos, para que se cumplan en las Iglesias Catedrales
o Colegiatas, fincando en sus casas, haciendas o bienes raíces, el fondo preciso
a los réditos anuales necesarios para la dotación de ellas; pero con la expresa
postrimera voluntad, de que dichos réditos se prorratéen y repartan sólo en
los prebendados y ministros que asistiesen personalmente, a la celebración
de aquellas misas o sufragios, y los encomienden a Dios en ellos; no entre los
ausentes ni aún enfermos, como se ve en muchas iglesias de nuestra España;
porque son dotaciones extraordinarias totalmente voluntarias, y sobre las ren-
tas de la Masa Capitular o Común.
Siendo esto constante, está muy lejos de observarse así, en la referida
iglesia de La Paz; pues experimenté y supe que estos Manuales o Interpresen-
tes se repartían sin discrimen a todos; estuviesen o no, ausentes o enfermos,
asistiesen o no asistiesen. Sobre lo cual es muy digna de admiración, la con-
ducta del reverendo Prelado actual de aquella Catedral, que habiendo tolerado
y pasado por esta costumbre, que se puede llamar uso furtivo o corruptela
inicua, más de veinte años, no parece quiere ahora que corra a mi favor; pues
habiendo merecido a la real piedad de Su Majestad, en atención a las causas
expuestas y justificadas por su Real Cámara de Indias, la admisión de la re-
nuncia absoluta que hice de la primera dignida de aquel Coro que obtenía
por su real Merced; y habiéndome concedido con igual clemencia, todos los
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