Page 447 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            invertir, ni interrumpir esta orden o disposición, ningún alegable derecho de
            sangre o herencia que se quiera interponer, cuando el indio descendiente o
            heredero, carezca de las citadas circunstancias para que de este modo los Go-
            bernadores y Caciques actuales y futuros, con la esperanza de que sus hijos
            puedan sucederles, y con el temor de ser despedidos de estos empleos por
            falta de dichas buenas partidas, se dediquen a enseñarlos e instruirlos en ella
            desde sus más tiernos años, siquiera con la mira de que se hagan capaces de
            obtener los referidos ministerios; pues son muchos y graves los males que se
            han experimentado contra el bien común de los mismos indios por seguir la
            antigua costumbre de sucederse unos a otros en dichos cargos por derecho de
            herencia o descendencia.
                    Establecido éste, o semejante plan de gobierno entre aquellos natura-
            les y proveyéndoles con modo racional y equitativo, de algunos ganados para
            la labor, y de géneros e instrumentos para la agricultura y manufacturas, (pues
            no se puede dudar que muchos de ellos, son por naturaleza muy poco labo-
            riosos, muy desidiosos y holgazanes; y que es menester espolearlos para que
            corran al trabajo; y hacerles entender que para esto han nacido, pues deben
            ganar su sustento con el sudor de su rostro), lo que sin duda influirá más que
            todo, en la mayor y más deseable paz y tranquilidad de los indios, y aún de los
            demás habitantes en aquellas provincias, mira a establecer y radicar bien la fe
            y religión cristiana cuya falta les atribuyen muchos.
                    Y aunque con conocimiento experimental exponía el mencionado
            doctor y cura de San Sebastián de Chuquisaca que habiendo examinado en
            esta ciudad, a los ochenta que en ella fueron condenados a muerte, sobre los
            principales puntos de religión y doctrina cristiana que debían saber para sal-
            varse; encontró que a excepción de algunos pocos que rara vez asistían a sus
            parroquias, por vivir y tener sus ranchos muy distantes, o por su mucha estu-
            pidez, todos los demás estaban suficientemente instruídos en los misterios y
            artículos de puesta santa fe católica, hasta explicarlos algunos en tres idiomas,
            sabiendo así mismo leer y escribir muy bien y confesando sencillamente que
            sus desafueros y excesos no habían sido efectos de irreligión, sino amargos
            frutos de una cruel desesperación; sin embargo no dejamos de conocer que
            aunque en estos pocos indios ladinos se hallasen las instrucciones y creencias
            necesarias, había otros muchos entre aquellas naciones conocidas y cristiani-
            zadas del Perú, en las cuales ni se halle semejante fe y religión, ni la necesaria
            instrucción cristiana; persuadiéndonos esto, no sólo la misma naturaleza de



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