Page 446 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen  1
                                                      Informe sobre las causas de la sublevación de 1781
            los indios, y reducirlos a una quietud, sumisión y obediencia duradera, y sin
            alteración en lo futuro, son los siguientes:
                    En primer lugar, abolir hasta el mismo nombre de Corregidor, tan
            odioso a aquellas gentes, y sustituir en su lugar otros jueces que separados de
            todo interés propio y particular y rentados o asalariados por el Soberano, no
            entiendan más que el recto gobierno, administración de justicia, y recauda-
            ción de los reales tributos; prohibir a estos jueces bajo las penas más rigurosas
            todo comercio en general, para impedirles de este modo aún las ocasiones
            de excederse; extender también la prohibición de repartos a los hacendados
            que lo tuviesen por costumbre; encargar a los mencionados jueces, apliquen
            todo su celo a la ejecución de estas disposiciones, y a remover los excesos que
            adviertan en los diezmeros y otras personas valiéndose de la miserable con-
            dición de los indios, puedan oprimirlos y no dejarles usar de los fueros de su
            libertad, y de los privilegios y exenciones que les conceden las leyes del Reino,
            sobre las alcabalas y aduanas, en los frutos y cosecha de su industria.
                    Y finalmente, que procuren velar mucho e impedir que se introduzca y
            se venda a los indios con abundancia el aguardiente y otros licores semejantes,
            que por aquellas partes se hacen de diferentes especies de frutas; porque si con
            su chicha que es sólo agua de maíz cocido y molido a su modo, se embriagan
            con tanto exceso hombres y mujeres, qué será con el aguardiente, cuándo con
            aquéllo no llegan a privarse, como no beban grande porción y con éste se po-
            nen ebrios, con menos de un vaso pequeño. Por esto acaso habrá sucedido o
            sucederá sin duda en aquellos países, lo que más de treinta años ha, narraba
            un religioso misionero haber dicho un iroqués al Gobernador que era enton-
            ces del Canadá, y fué: «que la codicia de los franceses había introducido con el
            aguardiente la embriaguez, y todos los demás vicios en los salvajes».
                    Mas, porque este medio parece está ya prevenido en parte, y mandado
            poner en práctica en aquellas provincias del Perú y Río de la Plata, por la acor-
            dada reunión de muchas en un gobierno, y la nominación hecha y publicada
            de Intendentes - gobernadores de ellas, se ofrece exponer los otros medios de
            conocida utilidad temporal, y mucho más espiritual para los mismos indios,
            y aún para todos los demás habitadores de aquellas partes de América, y son:
            primeramente, que los Gobiernos y Cacicazgos, no sean perpetuos ni here-
            ditarios, sino trienales si pareciere; y se provean en aquellos naturales que
            sepan distinguirse en el amor y fidelidad al Soberano, como también en el
            arreglo, rectitud y pureza de costumbres y juiciosa conducta; que no pueda



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