Page 330 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen 1
Relación de la fundación de la Real Audiencia del Cuzco en 1788
Como el comercio del Cuzco en sus dos amplisimas ramas de impor-
tacion y exportacion transciende a casi toda la Ciudad, era regular que ella
congregada como en un cuerpo celebrase al Regio Senado que la iba a ilustrar,
y a hazer mas seguro el giro de su negociacion. En otras fiestas que dispuso,
tuvieron tambien lugar las danzas; pero reducidas á recinto ahogado, y no
prevenidas con el tiempo que se necesitaba, no tuvieron el lucimiento que se
deseaba. Ahora se remedio todo. Se tiraron las lineas mas justas para el ma-
yor acierto. Se deposito para las precisas expensas considerable cantidad de
dinero en mano que sabe darle el debido aprecio, toda ministrada por liberal
contribucion, de los que se emplean en la negociacion.
Construyose de este modo el espacioso Palco que habia de dar a la
Ciudad este concertado y bello espectaculo. En el costado izquierdo de la Pla-
za del Regocijo defendido de las incursiones del viento, y guarnecido por una
parte con un gran retazo de los Salones de habitacion privada del Gefe de
la Real Audiencia, y por otra con unos edificios vecinos que por alli le son
contiguos, se elevo un Tablado como a la altura de tres toesas, que formaban
un firme y consistente semicirculo. Serian sus dimensiones como de veinte y
cinco varas de longitud, y otras tantas en la seccion de su semidiametro que
hazia como el proscenio. Como en las estructuras teatrales, que no son drama-
ticas, no se reputan necesarias esas decoraciones que se llaman de decencia,
acomodadas a la acción, y llenas de una perfecta imitacion de la naturaleza, ni
mutaciones de escenas, bastidores movedizos, biombos de figuras galanas, o
grutescas, listones perchas, ni encerados; toda la de esta (sic) noches se redu-
xo a esotras que se dicen de puro ornato, que son arbitrarias, y no tienen otra
regla que el gusto, la facilidad, y desahogo de los Danzadores, concordada con
la comoda percepcion y situacion de los espectadores.
Aunque en el Cuzco hubiera sido facil, decorar aquel Palco de buenas
y aptas pinturas, y conformadas al diseño que en tratado particular sobre esto,
dexo a la posteridad el antiquisimo Agatarco; no se quiso adoptar esta idea,
sino la del ornato magnifico que dan los tapizes y colgaduras de ricas telas. Se
cubrio pues de las mas bellas. Los texidos mas vivos y agraciados de seda, con
hermosa floresta, fina fluecadura, orlada de franjas, formaron la gala de aque-
llos muros; que se realzaban y matizaban ya con laminas de cuerpo entero y
buen pincel y marqueria ó de brillante sobredorado, ó de cristal, ya con espe-
jos que repetian con nuevo agrado lo que el teatro ofrecia; ya con cornucopias,
que componian juego con ellos; ya con airosas figuras que representaban ó
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