Page 329 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II

                    Seria injusticia no tener al comercio en el grado de los exercicios no-
            bles de una Sociedad. El es (como decia el docto Luis de Saci)  una de las
                                                                         153
            mas importantes y preciosas ventajas que hemos recibido de la naturaleza.
            Nos acerca a aquellos paises que parecian separados por vastos mares, montes
            inaccesibles, y horrorosos desiertos. Haze comunes todos los bienes de los
            Pueblos, y forma de todos como una sola familia. Comunica a unos los tesoros
            y remedios que la naturaleza parecia haber reservado para otros. Reduce la
            abundancia y el gusto a donde las estaciones inclementes esparcian esterili-
            dad y horror. Por el comercio las calamidades que desolaban un pais no son
            funestas: y la prosperidad que favorece a otro, es util a todos. Por el comercio
            los Salvajes se domestican, aprenden á conocerse, y se acostumbran a frater-
            nizarse. Sin el comercio se pierde en un lugar lo superfluo que se haria en
            otro lugar necesario. Sin el, las diferentes naciones del mundo no guardarian
            vinculos entre si, y serian como diferentes especies de animales. Sin el, cada
            Pueblo estaria como cautivo en los limites estrechos de su pais; y el comercio
            es el que pone a cada persona en posesion de todo el universo. No es pues
            baxeza mesclarse en los que es tan importante y saludable al genero humano.
            El precio de los talentos se ha de reglar en un Estado. Por la utilidad que saca
            de ellos la Republica. No se vea pues el comercio como ganancia particular
            que cada negociante busca si no como provecho comun que el cuerpo del
            Estado recibe.
                    En verdad el mobil del comercio, es el deseo de enriquecer; pero nos
            dice bien, un habil Politico, que el amor de las riquezas no es vicio, sino quan-
            do es excesivo. Corregido por una sabia moderacion, se hara efecto inocente.
            Siendo el oro y la plata por convencion de los hombres la llave del comercio,
            y el instrumento de lo que necesitamos, no es ilicito desear estos metales, asi
            como no es ilicito desear lo que se adquiere con ellos. Mas como cargar el esto-
            mago de mucho alimento daña a la digestion, asi la abundancia de las riquezas
            causa una especie de replecion peligrosa; porque ordinariamente deprava las
            costumbres.


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            153. Traité de le Gloire lib. 2. (pp. 192, nota 1, ed. 1795).





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