Page 219 - Debate Constitucional 1993 - Tomo III
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Presidente, me pide una interrupción el señor  ción propia de quien no era abogado y no ejercía
                  Carpio.                                     la profesión. De manera que yo en la Comisión
                                                              Principal hacía todo lo posible por obstruirla.
                  El señor PRESIDENTE.— Señor Juan Gui-
                  llermo Carpio, puede interrumpir.           Un día fui visitado por el constituyente Jorge
                                                              Lozada —creo que fue a mi casa a las seis de la
                  El señor CARPIO MUÑOZ (R).— Gracias,        mañana, porque Jorge Lozada es implacable—,
                  doctor Chirinos.                            quien me dijo: "Tú te opones a que la Corte Su-
                                                              prema esté en Arequipa; le dije: "Sí, me opongo".
                  Tratándose de este tema, yo quisiera hacer una  Y cuando me preguntó por qué; le dije: "Porque
                  aclaración muy puntual a la Representación Na-  el ochenta por ciento de los expedientes en el Perú
                  cional.                                     corren su destino en Lima, se inician en Lima. En-
                                                              tonces, si la Corte Suprema estuviera en Arequipa,
                  La Constitución de 1979 —todos sabemos— man-  tendrían que viajar el ochenta por ciento de los
                  dó que la sede del Tribunal de Garantías Consti-  expedientes. En qué, en automóvil, camión, óm-
                  tucionales debía ser la ciudad de Arequipa. Es-  nibus; y los abogados, para informar; tendría que
                  toy seguro de que lo hicieron de buena fe y como  tenderse un puente aéreo entre Arequipa y Lima
                  un homenaje a la tradición jurídica de Arequipa.  superior al existente entre Río de Janeiro y Sao
                  Sin embargo, esa buena fe de los constituyentes  Paulo, para que los abogados pudieran ir y venir
                  de 1978 y 1979, en la práctica resultó sólo una  a informar".
                  tremenda superchería. Los arequipeños no ne-
                  cesitamos que se hagan saludos ineficaces a la  Le dije que era absurdo, y fue cuando, en compa-
                  bandera.                                    ñía de mi hermano, el señor Francisco Chirinos
                                                              Soto, Lozada y yo visitamos a Haya de la Torre y
                  El Tribunal de Garantías Constitucionales que  le dijimos que su proposición para que la Corte
                  "radicó" —entre comillas— en la ciudad de Are-  Suprema tenga su sede en Arequipa no era via-
                  quipa, en realidad tuvo a la ciudad de Arequipa  ble. Víctor Raúl Haya de la Torre nos dijo que
                  sólo para sus actos protocolares, porque los jue-  era un temperamento poético, no tiene impor-
                  ces residieron en Lima, despachaban en Lima,  tancia.
                  tenían oficinas en Lima y lo único que hacían en
                  Arequipa era ir a actos protocolares. Ha hecho  Pero cuando vino el Tribunal de Garantías Cons-
                  bien la Comisión de Constitución del Congreso  titucionales, los arequipeños residentes se des-
                  Constituyente en cambiar y no referirse a la sede  quitaron y dijeron, bueno, entonces Arequipa es
                  en el caso de Arequipa, porque, nunca como hoy,  la sede del Tribunal de Garantías Constitucio-
                  el destino de Arequipa es parte del destino na-  nales. Vino al voto una primera vez y no alcanzó
                  cional.                                     el número suficiente de votos. Todos los arequi-
                                                              peños de las distintas bancadas —el famoso de-
                  Lo que los arequipeños, como todos los perua-  mocristiano asaltante de periódicos, Jorge del
                  nos, queremos, es que nuestras instituciones sean  Prado, entre otros— votamos, pero no teníamos
                  eficaces y democráticas, y eso no tiene nada que  los votos suficientes. El PPC no votó a favor de
                  ver con el lugar donde radiquen esas institucio-  la sede del Tribunal de Garantías Constitucio-
                  nes.                                        nales en Arequipa, donde había ganado el señor
                                                              Bedoya en la Constituyente; entonces, el señor
                  Muchas gracias.                             Bedoya fue "ametrallado" por telegrama desde
                                                              Arequipa y, a la segunda vez, el PPC votó y
                  El señor PRESIDENTE.— Puede continuar,      Arequipa obtuvo ese pretendido título de honor.
                  señor Chirinos Soto.
                                                              Tuvimos que poner en la Constitución que la sede
                  El señor CHIRINOS SOTO (R).— Señor Pre-     sería en Arequipa, pero que, excepcionalmente,
                  sidente, yo me felicito de la reacción de Juan  el Tribunal podía funcionar en otra ciudad. Como
                  Guillermo Carpio, que espero y estoy seguro será  es costumbre, la excepción se convirtió en regla
                  la de los arequipeños, como yo.             y el Tribunal funcionó en Lima porque no que-
                                                              daba más remedio, no podía funcionar en Are-
                  Yo voy a contar al Congreso de dónde salió que  quipa. Ésa es la pura verdad.
                  Arequipa fuera la sede del Tribunal de Garan-
                  tías Constitucionales.                      De manera que insistir ahora en que Arequipa
                                                              sea la sede del Tribunal de Garantías Constitu-
                  Haya de la Torre dijo alguna vez que, dada la tra-  cionales no conduce a nada, como bien ha dicho
                  dición jurídica de Arequipa, en dicha ciudad de-  Juan Guillermo Carpio y yo lo acompaño. Are-
                  bía residir la Corte Suprema. Era una proposi-  quipa no necesita para nada ese tipo de homena-



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