Page 890 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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res. Para que la libertad tenga algún sentido en  mientos de los generales y almirantes en todas
                  nuestro medio, no solamente tenemos que ga-  las constituciones de parte de esta institución;
                  rantizar una efectiva separación de los poderes  es decir, cuando el Congreso y el propio Ejecuti-
                  del Estado, sino también la supremacía del po-  vo eran tan débiles y las Fuerzas Armadas tan
                  der civil sobre el poder militar; de otra manera,  poderosas, los altos nombramientos eran ratifi-
                  estos caballeros podrían pensar que son parte de  cados por nosotros.
                  otro Estado o de una clase distinta y privilegiada
                  de ciudadanos peruanos, lo cual es inadmisible  Pasan los años, viene el siglo XX y llegamos hoy
                  en un Estado contemporáneo.                 a lo que se supone es la estabilización democrá-
                                                              tica, lo que suponemos que es la lucha de la civi-
                  Ojalá, señor Presidente, que variemos estos ar-  lidad por consolidarse, el esfuerzo de esta nación
                  tículos para obtener una Constitución más seria  por acercarse al ideal de control de poderes e in-
                  al respecto.                                dependencia de los mismos; sin embargo, a cien-
                                                              to setenta años de la República, se plantea aquí
                  Muchas gracias, Presidente.                 por primera vez —y a punto de aprobarse por la
                                                              mayoría— que el Congreso no ratifique a los al-
                  El señor PRESIDENTE.— Tiene la palabra el   tos oficiales —generales y almirantes— de las
                  señor Luis Enrique Tord.                    Fuerzas Armadas del Perú.
                  El señor TORD ROMERO (CD).— Muchas          Me parece paradójico, entonces que, frente a la
                  gracias, señor Presidente.                  institucionalización de la civilidad, después de
                                                              varias décadas de lucha por la democracia y de
                  Ante todo, quiero decir que estoy de acuerdo con  haber llegado —se suponía— a controlar con la
                  casi todos los artículos que la mayoría ha ade-  razón el problema de las tensiones entre los po-
                  lantado sobre este importantísimo tema. Mi co-  deres —y respecto de los poderes, de las fuerzas,
                  lega de bancada, José Barba Caballero, se ha re-  entre ellas las Fuerzas Armadas—, queramos
                  ferido a aspectos de recursos y cuestiones de gol-  inhibirnos de controlar la ratificación de los al-
                  pe de Estado que era pertinente tratar.
                                                              tos oficiales, tanto generales como almirantes.
                  Por mi lado, solamente me referiré a la ratifica-  Ello, una vez más, es muestra de esta desorien-
                  ción de los generales y de los almirantes, que se
                  ha mantenido como una tradición constitucional  tación, de esta falta de valor, de esta falta de co-
                                                              raje que tenemos para poder asumir lo que con
                  de nuestra patria.
                                                              más coraje asumieron en el pasado, siendo más
                  En este punto encuentro una paradoja. Desde el  frágiles, quienes nos antecedieron en este Hemi-
                  momento en que nosotros optamos por la inde-  ciclo. Ellos sí soñaron con fuerza y con resolu-
                  pendencia, el Ejército fue la columna vertebral  ción en tratar de controlar firmemente a estas
                  de la nacionalidad peruana. Solamente dos insti-  Fuerzas Armadas, que, ciertamente, son here-
                  tuciones fueron fuertes y organizadas después  deras de las glorias de Junín y Ayacucho, pero
                  de la separación de la metrópoli española: las  tienen que ponerse en su sitio, ya que son la co-
                  Fuerzas Armadas y la Iglesia.               lumna vertebral de la nacionalidad y la última
                                                              posibilidad de la defensa del territorio, que es la
                  Como todos sabemos, entramos en una grave cri-  base de la nacionalidad, y deben respetar la Cons-
                  sis de la civilidad. La aristocracia y la burguesía  titución a través del Ejecutivo y del Congreso.
                  se fueron de aquí al ser afectadas en sus intere-
                  ses ideológicos o económicos, ya que, en muchos  Esto me lleva a pensar en las palabras que Fran-
                  casos, eran españoles o descendientes de ellos.  cisco Tudela expresó hace unos días en el tema
                  Los pocos criollos que asumieron desde las altas  de la reelección. Él adujo que estábamos llegan-
                  esferas sociales la identificación con la patria fue-  do, o que ya estamos, en una especie de bonapar-
                  ron finalmente los que ayudaron a las grandes  tismo; es decir, en una fase política —con crudo
                  corrientes libertadoras del norte y del sur.  realismo describía Tudela— caracterizada por un
                                                              debilitamiento del poder del Congreso respecto
                  Eso significó que las Fuerzas Armadas, columna  de la fuerza del Ejecutivo.
                  vertebral de la nacionalidad después de la inde-
                  pendencia, durante medio siglo resolvieran y con-  No discuto la objetividad o la no objetividad con
                  dujeran los aspectos políticos de la vida nacio-  la que pueda haber planteado el tema el señor
                  nal. Lo paradójico es que, a pesar de que las Fuer-  Tudela, pero no soy alguien que trate de resol-
                  zas Armadas, en el siglo XIX o en gran parte de  ver académicamente el asunto aquí; soy, hoy día,
                  él, se constituyeron en la institución más fuerte,  un protagonista de la conducción legal y política
                  siempre se incluyó la ratificación de los nombra-  del país. Debemos enderezar la historia, y para



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