Page 886 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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función durante sus veinte años de carrera?; ¿co- no se resuelve el problema con la ratificación del
nocemos todo eso? Congreso, porque tanto el Presidente como el
Congreso no pueden eliminar a alguien que no
Si queremos convertirnos en jueces finales de la está en la lista de ascensos y colocarlo donde
carrera militar, eso supondría dos condiciones: crean. El Presidente y el Congreso son únicamen-
te ratificadores de una decisión previa que se ha
La primera, que hemos hecho un seguimiento a adoptado, precisamente, por medio de los regla-
los oficiales desde que comenzaron su carrera, para mentos internos de la carrera militar.
poder decir, al final, quién merece ascender a
general de división o a vicealmirante y quién no. Hay algo más en este punto. Siempre se dice que
El caso es que nosotros no hemos seguido ni muchas personas quedan frustradas porque no
tenemos por qué hacerlo la carrera de los mili- ascienden; pero ese problema no lo resuelve el
tares, ya que eso corresponde al organismo en el Congreso ni el Poder Ejecutivo. Lo que ocurre es
que lo militares trabajan y está reservado al área que en el Perú, al igual que en el resto de Améri-
castrense. Por eso, lo único que se está haciendo ca Latina, tenemos pocas vacantes y muchos can-
ahora es decir que, al final de esa carrera, la pro- didatos al final de la carrera militar. Como existe
puesta de ascenso la hacen los propios militares una distancia entre los que van a llegar a ser y
y que es el Presidente de la República quien la los que quieren ser, muchos de éstos se quedan
debe ratificar. con una frustración y, con toda razón, la van
transmitiendo a la sociedad.
¿Por qué el Presidente de la República? En la
exposición de la semana pasada, cuando se decía El problema no es que ratifique el Ejecutivo o el
que los integrantes de los colegios de abogados y Legislativo, sino que las vacantes existentes es-
los profesores universitarios eran más limpios y tén en concordancia con las posibilidades reales
puros que los congresistas y que, por tanto, la de aquellos que van a acceder al ascenso. No de-
decisión final del Congreso sobre el Consejo de bemos llenarnos de postulantes sabiendo que las
la Magistratura debería estar en manos de pro- vacantes finales son para una minoría.
fesores y de abogados, mas no de los congresis-
tas, insistimos en un concepto que la oposición Pero ése no es el problema que hoy se plantea.
todavía no contesta: el problema de la legitimi- Debemos analizar ahora si el Congreso confirma
dad. que a nosotros no nos corresponde ser jueces de
militares. El final de la carrera debe depender
La legitimidad consiste en que las decisiones de la administración del país, del Poder Ejecuti-
constitucionales que otorgan poder a las distin- vo, al que se le ha encargado que maneje las co-
tas entidades del Estado deben salir de algunos sas, y parte del manejo de las cosas son, precisa-
de los organismos a los que el pueblo les ha dado mente, las decisiones finales sobre la carrera mi-
poder. Como el pueblo sólo les da poder, en tér- litar.
minos nacionales, al Congreso y al Presidente de
la República, tarde o temprano todo mandato Por esa misma razón estuvimos en desacuerdo
debe ser legitimado mediante el nombramiento con la ratificación de embajadores. Nosotros no
de aquellos que son los depositarios finales del tenemos nada que hacer con relación al nombra-
poder: el Ejecutivo y el Legislativo. Si surgen ins- miento de esas personas. Si un embajador actúa
tituciones intermedias que no entroncan ni con mal y nuestra representación es una vergüenza,
el Ejecutivo ni con el Legislativo, la legitimidad llamamos al Ministro de Relaciones Exteriores y
de esas instituciones intermedias es mucho me- lo censuramos. No podemos decir que botamos a
nor. ese embajador por el hecho de que no nos guste
la forma como hace su trabajo, porque ése no es
Por eso, cuando se dice que, al final de la carre- nuestro papel. Tampoco es nuestro papel nom-
ra, el último ascenso es confirmado por el Presi- brar mediante una ratificación a embajadores o
dente de la República o el Ejecutivo, en el fondo a militares; ésa no es la función de este Congre-
lo que se hace es poner el sello de legitimidad a so.
esa decisión que el Estado ha tomado. Lo único
que nos diferencia es que, para quienes estamos Ahora quisiera referirme, con la venia de mis
en esta posición, ese sello de legitimidad lo pone colegas, al famoso problema del artículo 279º de
el Ejecutivo; y para los otros, ese sello de legiti- la Constitución vigente. En su momento, noso-
midad lo coloca el Legislativo. tros apoyamos la propuesta de modificación en
la Comisión de Constitución; sin embargo, este
La argumentación expuesta por mis colegas dice artículo llega al Pleno sin voto y como una pro-
que se cometen abusos, que algunos militares que puesta formulada por el grupo mayoritario de la
debían ascender no ascienden. Eso es cierto, pero Alianza. Al igual que otros muy pocos temas, no
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