Page 889 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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El señor BARBA CABALLERO (CD).— Yo          En cambio, en América Latina tenemos una cues-
                  no sé, Presidente, por qué no se le hace caso al  tión no resuelta con el poder militar. En Chile,
                  doctor Ferrero Costa en lo que dice. Realmente  por ejemplo, Pinochet realmente se ríe del esta-
                  tiene muchísima razón en los argumentos y ra-  do de derecho y es jefe de un poder absoluto den-
                  zones que ha dado para un control externo efec-  tro de otro Estado. En Argentina, el Informe
                  tivo sobre los gastos militares.            Sábato, sobre las desapariciones, originó distin-
                                                              tos levantamientos militares, y los "carapintadas"
                  Al leer los artículos, incluso los de este capítulo,  incluso demostraron el poco afecto que le tienen
                  veo que se está soslayando los dos problemas fun-  a la democracia representativa. En Paraguay,
                  damentales de la cuestión militar: los desbordes  nadie podría discutir en serio que son los milita-
                  institucionales a los que son adictos los cuerpos  res los que realmente mandan en ese país. En
                  militares; y, por supuesto, el control civil sobre  Ecuador, en 1987, la Fuerza Aérea de este país
                  los gastos militares, que ha fundamentado muy  secuestró al presidente León Febres y le impuso
                  bien Carlos Ferrero.                        sus condiciones. Venezuela, Haití, Panamá, Gua-
                                                              temala, son ejemplos que nos demuestran que,
                  En La República, de Platón, la clase de los gue-  de no ser por los Estados Unidos, estos países
                  rreros tenía por misión la defensa externa y el  serían florecientes dictaduras.
                  orden interno, mientras que la cosa pública que-
                  daba librada a los regidores. El mismo Platón  Sin ir muy lejos, aquí en nuestro medio, hace muy
                  advierte que hay que tener mucho cuidado con  poco tiempo el general Hermoza sacó los tanques
                  estos guerreros, porque la república puede ter-  a las calles de Lima e incluso tuvo algunas ex-
                  minar en una dictadura. Por supuesto, da algu-  presiones que fueron consideradas ofensivas por
                  nas sugerencias para evitar este destino; pero  este Congreso.
                  todas las recetas platónicas, en la práctica, han
                  resultado tan inútiles como la danza india para  Alguna vez me he preguntado dónde puede estar
                  atraer lluvia.                              realmente el poder, si en Palacio de Gobierno o
                                                              en el Comando Conjunto. Pero, de todas mane-
                  De ahí que Maquiavelo resuelve el problema a  ras, lo que nos demuestran básicamente estos
                                                              ejemplos —y a esto apunto— es que el poder ci-
                  su modo y le sugiere al príncipe que, si quería
                  conservar sus dominios y privilegios, tenía que  vil no ha logrado controlar al poder militar. Se
                                                              trata de algo muy serio; por esta razón, creo que
                  escoger el camino de las armas. El argumento  hay que hacer una sugerencia respecto de dos de
                  que da es más convincente que una pedrada en  los artículos propuestos.
                  el ojo. Él dice que, como no hay proporción entre
                  el hombre armado y el hombre desarmado y no  En lo referente, por ejemplo, al artículo 192º, no
                  es lógico que el hombre armado obedezca al hom-  le agregaría nada; pero sí pondría un artículo que
                  bre desarmado, el príncipe mismo tiene que lle-  dijera lo siguiente: "Las autoridades militares no
                  var la espada.                              obedecerán órdenes superiores que sean mani-
                                                              fiestamente contrarias a la Constitución o a las
                  Desde entonces se han ensayado muchas fórmu-  leyes. El oficial que dé órdenes que tengan por
                  las y alternativas. Costa Rica, por ejemplo, a su  objeto atentar contra el orden constitucional se
                  modo, escogió el camino de la disolución de las  priva a sí mismo de la legitimidad del mando,
                  Fuerzas Armadas, y le ha ido muy bien hasta aho-  debiendo ser arrestado por los mismos recepto-
                  ra. Corea del Norte escogió un camino muy cues-  res de la orden y puesto a disposición de la justi-
                  tionable en el sentido de incorporar a sus Fuer-  cia militar".
                  zas Armadas dentro del aparato represivo del
                  poder del Estado.                           Pienso, sobre la base de lo que ha expuesto Car-
                                                              los Ferrero Costa, que debemos tomarnos muy
                  Sin embargo, creo que el éxito más grande en lo  en serio el problema del control de los gastos
                  que se refiere a un control institucional del Es-  militares, porque, por una especie de artificio,
                  tado sobre el poder militar ha sido el de los Esta-  absolutamente todo —hasta la compra de papas—
                  dos Unidos. Esto se ha dado sobre todo a partir  resulta un secreto militar. Esto ha dado origen a
                  de la ley de seguridad nacional del año 1947. En  muchas corruptelas, y, de una u otra manera,
                  ella se estableció, entre otras cosas, que los mili-  debemos ponerles fin.
                  tares en actividad no podrían tener ningún puesto
                  de responsabilidad en la Secretaría de Defensa y,  Voy a concluir en un minuto, señor Presidente.
                  además, se les prohibió expresamente el acceso
                  al poder nuclear norteamericano. Y es que la gue-  Si nosotros somos los que asignamos los fondos
                  rra, como bien se dijo, es un asunto demasiado  públicos, que alguien me explique por qué el Par-
                  serio para dejarlo en manos de los militares.  lamento no puede fiscalizar estos gastos milita-



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