Page 670 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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Nuestra diferencia con el proyecto de la mayoría  consciente del rol que nos cabe cumplir, y que lo
                  radica esencialmente en dos temas. El primero,  cumpliremos con responsabilidad y con convic-
                  que nosotros estimamos, señor Presidente, que  ción, porque es el rol, señor Presidente, que a lo
                  los decretos de urgencia siempre deben tener un  largo de la historia se recuerda.
                  carácter temporal, y que éste debe quedar clara-
                  mente señalado en el texto del decreto, porque si  He leído todos los documentos o parte importan-
                  el Presidente de la República va a invadir con el  te de los documentos escritos a raíz del tema de
                  Consejo de Ministros el campo de la ley, señor, pues  la reelección, y en todos, señor, hay una línea ge-
                  lo debe hacer en términos muy restringidos y fren-  neral. Aquellos que defendieron la reelección in-
                  te a circunstancias extremadamente graves.  mediata, la reelección indefinida, la búsqueda de
                                                              perpetuidad de aquel que estaba en el mando,
                  El Presidente de la República y el Poder Ejecuti-  siempre, señor, inexorablemente, son recordados
                  vo sólo pueden invadir el campo de la ley, sólo  despectivamente. En cambio, no he encontrado
                  pueden sustraer materia que corresponde al Con-  ni una sola frase, una sola frase, de crítica a las
                  greso, cuando las circunstancias así lo aconsejan  palabras alturadas de Manuel Vicente Villarán o
                  y por breve tiempo. La temporalidad, señor, de  a las reflexiones de Víctor Andrés Belaunde. Y
                  esta medida debe quedar expresamente fijada en  es que la historia, señor, juzga con perspectiva a
                  la norma.                                   quienes se distancian del poder para pensar en
                                                              el país al cual quieren legislar; y, en cambio, se-
                  Pero, además, señor Presidente, hay que recono-  ñor, siempre mira con desprecio a aquellos que,
                  cer el indiscutible derecho del Parlamento a ejer-  acomodados frente a la cima del poder, no se co-
                  cer control parlamentario posterior; vale decir, a  locan a distancia de él.
                  la posibilidad de revisión de esta norma, a la posi-
                  bilidad de derogatoria de esta norma, a la posibi-  Y yo quisiera hacer este recuerdo; este recuerdo
                  lidad de modificación de esta norma. Por eso, se-  que el Perú va a juzgar, dentro de algunos años,
                  ñor Presidente, la temporalidad de este decreto,  con una mirada de respeto a los que saben guar-
                  que no está establecida con claridad, es una co-  dar distancia del poder y con una mirada de des-
                  rrección indispensable en el texto constitucional.  precio a quienes se apegan a él.

                  Los últimos minutos, señor Presidente, en esta  He señalado también, señor Presidente, que la
                  apretada síntesis de nuestras observaciones a la  historia nos lleva a que, tras aventuras reelecio-
                  parte relativa al Poder Ejecutivo, van a estar vin-  nistas, vienen luego fórmulas que intentan ce-
                  culados al tema de la reelección.           rrar el paso. Ése fue el caso del artículo 142º de
                                                              la Constitución de 1933. Fue drástico, intentó
                  Señor Presidente, en la Comisión de Constitu-  castigar a todo aquel que propusiera la reelec-
                  ción —en texto que consta allí grabado—, expu-  ción por algún período. Y es que, señor, la voca-
                  simos nuestra radical oposición a la figura de la  ción de los pueblos es por la alternancia; y, en
                  reelección inmediata, en su variedad indefinida  consecuencia, la tendencia, cuando revierten es-
                  o en su variedad semiindefinida, con vacaciones,  tas circunstancias, es a mirar cómo se restrin-
                  que es la que trae la propuesta en mayoría.  gen derechos que, en cambio, manejados con pru-
                                                              dencia, tienden a perseverar.
                  He recordado para ello, señor Presidente, nues-
                  tra historia; una historia que no es vano recor-  He señalado también, señor Presidente, los ries-
                  dar, una historia que deja huellas, una historia  gos que advertimos de consagrarse esta reelec-
                  que marca el sentido de un pueblo que no puede,  ción: el tema del manejo de los recursos estata-
                  en efecto, olvidar las lecciones que ella nos trajo.  les; incluso, la influencia sobre el sistema electo-
                                                              ral en un modelo que todavía no es lo suficiente-
                  He recordado, señor Presidente, que quizás mu-  mente fuerte.
                  chas de las cosas que en favor de la reelección se
                  dicen podrían haber sido repetidas por Bolívar  Pero esas razones no son las que me inspiran a
                  en 1825, cuando, bajo la frase que el Presidente  pensar con serenidad que el Perú no reclama una
                  de la República viene a ser en nuestra Constitu-  reelección inmediata ni una modificación consti-
                  ción como el sol firme que da centro y vida al  tucional que rompa su tradición republicana. Y,
                  universo, pretendía la perpetuidad en el mando.  por eso, señor Presidente, porque sé que a la
                                                              mayoría no le impactan los argumentos de la his-
                  Y he recordado también, señor Presidente, cómo  toria, casi los mira con desdén; porque sé que los
                  esos mismos argumentos fueron repetidos en los  argumentos del manejo concreto del poder, al cual
                  dictámenes del Senado para justificar, primero,  se sienten tan cercanos, tampoco los impactan,
                  la modificación constitucional en el año 24 y lue-  permítanme hablar del futuro del Perú, permí-
                  go en el año 28.                            tanme hablar de la mirada hacia adelante, por-
                                                              que siento que generacionalmente tenemos la
                  Pero he dicho también, señor Presidente, que soy  obligación de pensar en el futuro.


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