Page 625 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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agazapa a escondidas esperando a la presa. Ésa  los temas políticos o los temas doctrinarios tie-
                  no es una victoria.                         nen uniformidad de criterio. Este asunto de la
                                                              pena de muerte, para nosotros, no es ni doctri-
                  Los ataques de los terroristas son ataques cobar-  nario ni político; es un tema de conciencia. En
                  des, no implican una victoria. Los veinticinco mil  consecuencia, podrán advertir que en nuestra
                  muertos no son victoria para ningún grupo te-  bancada hay posiciones disímiles. Y eso es com-
                  rrorista, son más bien un símbolo de la cobardía,  prensible tratándose de un tema eminentemen-
                  porque aquel que se agazapa, aquel que persigue  te de conciencia.
                  a escondidas, evidentemente, en algún momen-
                  to va a obtener a su presa.                 Sobre el tema de la pena de muerte se ha habla-
                                                              do por centurias, por milenios; se han escrito to-
                  No podemos convivir con esa posibilidad. Quere-  neladas de papel sobre el tema. Al hacer citas,
                  mos dotar al Estado de los mecanismos que sean  vamos a encontrar posiciones a favor y en con-
                  necesarios para que asegure a sus habitantes  tra, de todo nivel, de todo cariz; unas más pro-
                  poder vivir en paz.                         fundas que otras, otras más antiguas, otras más
                                                              recientes; pero vamos a encontrar de todo, a quie-
                  Señor Presidente, quiero acabar señalando que  nes están a favor y a quienes están en contra.
                  el hecho de estar a favor de la pena de muerte no
                  significa de ningún modo estar en contra de la  Aquí, en este debate de un tema de conciencia,
                  vida. Y porque no estamos en contra de la vida  creo que no estamos para convencernos los unos
                  es que el hecho de aprobar la pena de muerte no  y los otros; todos tenemos, creo yo, una posición
                  significa que aprobemos el aborto. Con el mismo  tomada, y no de ahora, de tiempo. En mi caso, no
                  derecho y con la misma fuerza con que defende-  pretendo convencer. Lo único que pretendo es
                  mos la posibilidad de la pena de muerte, conde-  decir mi posición, mi posición tomada tiempo
                  namos el aborto como el crimen más infame que  atrás. La tuve hace muchísimo tiempo en contra
                  pueda suceder; porque en el caso de los terroris-  de la pena de muerte. Pero la situación que vive
                  tas, se está sancionando a quien es responsable  el país y que vivió con más intensidad lo que es
                  de un delito, y de un delito muy grave; pero, en  terrorismo y subversión, tiempo atrás, me hizo
                  el caso del aborto, se está afectando al ser más
                  inocente, al ser que no es culpable de nada y que  variar. Lo pensé mucho, y cambié la posición an-
                                                              terior por la posición que tengo ahora, a favor de
                  precisamente recibe el mal de quien debería re-
                  cibir el mayor de los bienes, que es su madre.  que se amplíe la pena de muerte para quienes
                                                              delinquen en el caso del terrorismo.
                  Éste es un deslinde que es necesario hacer, por-
                  que por ahí se dice que aquellos que aprueban la  Señor, creo que ésta sí debería ser una medida
                  pena de muerte deberían estar en favor del abor-  temporal. Todos, seguramente, estaríamos feli-
                  to. No es así, señor Presidente, y quiero hacer  ces de tener un país en que no fuera necesario
                  constar esa aclaración.                     aplicar la pena de muerte. Todos seguramente
                                                              estaríamos muy contentos de vivir en un país o
                  Por último, creo que la paz debe imponerse y,  en un tiempo donde no fueran necesarias medi-
                  por ese motivo, estoy a favor de la pena de muer-  das extremas. Pero, por cosas del destino, nos ha
                  te; pero, eso sí, aplicada a aquellos que son cabe-  tocado vivir en una situación y en un tiempo difí-
                  cillas, a aquellos que son miembros de pelotones  ciles para el país, en que hay que tomar también,
                  de aniquilamiento, a aquellos que son capaces  a veces, soluciones sumamente difíciles y tras-
                  de causar daños a la población civil desprotegida.  cendentes, pero que hay que tomarlas, y hay que
                  Contra ellos no tengo ningún temor de decir que  tomarlas en bien de todos.
                  no me importa su derecho a la vida, porque no
                  merecen ese derecho a la vida en la medida que  Antes de pensar en los menos, tenemos que pen-
                  no están dispuestos a respetar el derecho a la  sar en los más que son todos los peruanos. Y a
                  vida de los demás ni el derecho de las personas a  esos peruanos, a los que nos debemos, tenemos
                  actuar civilizadamente en sociedad.         que protegerlos. Y creo yo, pese a todo lo que se
                                                              pueda decir en contra de la pena de muerte, que
                  Gracias, señor Presidente.                  existe un deber de quien es hombre o mujer de
                                                              Estado, de preservar la sociedad y preservar ese
                  El señor PRESIDENTE.— Tiene el uso de la    bien común. Y una de las formas de hacerlo en
                  palabra el señor Flores-Araoz Esparza.      esta situación extraordinaria y temporal en que
                                                              nos encontramos, creo que es tomando la deci-
                  El señor FLORES-ARAOZ ESPARZA (PPC).—       sión, no de reimplantar la pena de muerte, por-
                  Señor Presidente: Hemos dicho, en diversas opor-  que la pena de muerte existe en el país, sino de
                  tunidades, que en la bancada del PPC solamente  ampliarla al caso del terrorismo.



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