Page 630 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
P. 630
los egipcios, épocas en que ya se hablaba de la miento de que si algún hombre es peligroso para
pena de muerte y se decía: El hombre que ofen- la comunidad y corruptivo por algún delito co-
de la vida de un prójimo o de un ser humano, metido, laudable y saludablemente debe morir,
tiene derecho a quitarle la vida; quien a hierro en atención al bien común.
mata, a hierro muere; diente por diente, ojo por
ojo. Señor Presidente, la pena de muerte no sig- El Estado, de acuerdo a la doctrina del derecho
nifica volver a la época de las cavernas; yo creo internacional, posee la facultad de adoptar me-
que va a ser disuasiva. didas excepcionales en el tiempo y en el espacio,
encaminadas a proteger eficazmente a la ciuda-
Esta mañana le hice una pregunta a mi colega danía. La vida es susceptible de confrontarse con
congresista, el brillante doctor Fernández Arce. la muerte a la luz de otros valores.
Le pregunté si esa pena no sería disuasiva para
los padres de los terroristas, o para los arrepen- La pena de muerte ha figurado en diversos tex-
tidos. Creo que suman muchos los que ya están tos constitucionales de nuestro país. Unas veces
dejando de lado Sendero, que, repito, usa niños y castigando al traidor de la patria en caso de gue-
niñas para sus fines. rra exterior y otras sancionando a violadores de
niños o feroces homicidas. Nada tiene esta medi-
Por eso, señor Presidente, creo que este país ha da de bárbara o salvaje y nada tiene intrínseca-
entrado por la senda de una reconstrucción. La mente de extrema en un estado de derecho.
pacificación, para mí, ya es un hecho. Estamos
en camino hacia esa pacificación, y la coronación Hoy, la pena de muerte está vigente en más del
de esto es la pena de muerte, que va a responder 75 por ciento de los países del mundo, y apenas
al deseo de millones de peruanos que muchas unos días atrás, en los Estados Unidos, sabemos
veces no tienen la plataforma para poder expre- que la han implementado en su legislación.
sarse, pero acá estamos nosotros para hacerlo por
ellos. Creo que, al final, es el pueblo el que tiene En realidad, no me conmueve el argumento se-
la palabra, el pueblo es el soberano y es el que va gún el cual la pena de muerte para los casos de
a decidir en referéndum si está de acuerdo con la terrorismo daña nuestra imagen internacional.
pena de muerte o no. Éste es un argumento cuyo valor cede frente a la
necesidad de acabar con la imagen negativa que
Pero quiero adelantarme a ese pueblo, que tiene nuestro país, cuando aquí se denota que
mayoritariamente creo yo se va a pronunciar a hay inseguridad y violencia.
favor de la pena de muerte, y decir en este día
histórico y de mucha responsabilidad, en que Tampoco me conmueve el argumento de que, por
unos congresistas se han manifestado a favor y errores judiciales, esto no es justo y, por lo tanto,
otros en contra, que estoy a favor de la pena de no se debe aplicar. Creo que aquí hay que dar
la muerte; pero que se aplique con mucha pru- leyes adecuadas para que se pueda controlar este
dencia, que se aplique en el caso de terrorismo aspecto. Menos me conmueve el argumento de
comprobado y en la forma que señala el artículo, la inutilidad de la pena de muerte, de que ésta
es decir, en los casos de guerra y de terrorismo; y no resuelve el problema del terrorismo, de que
que una vez dada la ley, se aplique con prudencia no disuade al delincuente subversivo. Nunca aquí
y no se cometan excesos. se ha dicho o se ha creído que este problema tan
tremendo, como es el de la subversión, pueda
Gracias, señor Presidente. resolverse con la sola incorporación de una san-
ción tan drástica en el texto constitucional. Pero
El señor PRESIDENTE. Tiene la palabra el sí creo que es necesaria, porque es complemen-
señor Figueroa Vizcarra. taria fundamentalmente.
El señor FIGUEROA VIZCARRA (NM-C90). Sé que la pena de muerte es una medida muy
Señor Presidente: Convendrán mis colegas par- extrema y de excepción. Así la debemos consa-
lamentarios en que no hay nada absoluto en este grar. Es la máxima sanción aplicable en un Esta-
mundo, ni siquiera entre las más loables fuerzas do democrático al delincuente subversivo que no
de la naturaleza. El derecho a la vida, por más haya optado por el arrepentimiento. Yo pregun-
supremo o inatacable que pueda parecer, tampo- to, ¿es el terrorista menos peligroso que un trai-
co es inalienable. Ya ha hablado la colega Lourdes dor a la patria? ¿Es acaso el terrorista un delin-
Flores y otros más y han mencionado a Santo cuente menor? ¿Cuántos muertos más, cuántos
Tomás de Aquino. Yo no lo voy a hacer en este inocentes más tendrán que caer para que el te-
momento. rrorismo cese en el umbral de los delitos más
abominables? Yo he tomado una decisión, señor
Pero creo que tenemos que recoger el plantea- Presidente, que la he meditado, y he decidido no
1508