Page 628 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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Tampoco puede decir Martha Chávez, como ha  con la teoría que en ese momento interpretaba,
                  dicho, que ahora resulta extraño que los que es-  todo lo que hacía daño a la sociedad, todo cuerpo
                  tán en contra de la pena de muerte no hayan di-  extraño que perjudicaba a la sociedad, debería
                  cho nada contra los fusilamientos en Cuba de  ser extirpado. Entonces, aplicar o interpretar de
                  Fidel Castro. Yo preguntaría, ¿creen ustedes que  manera parcial y antojadiza los textos religiosos,
                  el señor Marcenaro, por ejemplo, o el señor Luis  me parece una equivocación en este debate.
                  Bedoya de Vivanco, el señor Moreyra, el doctor
                  Fernández Arce, Humberto Sambuceti, son gen-  Se ha mencionado, señor Presidente, que la pena
                  te que apoya la revolución cubana y los fusila-  de muerte no es disuasiva, y se ha dicho bien que
                  mientos? ¿O tantos otros que se han pronuncian-  hay argumentos a favor y argumentos en contra.
                  do en contra de la pena de muerte? Creo que lle-  Yo pienso que hay casos en que es disuasiva y
                  var por ese camino la discusión es un gran error,  otros casos en que no es disuasiva. En el caso del
                  y es un gran error porque ésta es una votación  terrorismo, está demostrado históricamente que
                  de conciencia.                              no lo es. Y no lo es porque la concepción misma
                                                              del terrorismo, no solamente del caso de Sende-
                  En la mañana, el congresista Kouri pedía una  ro Luminoso, en el Perú...
                  votación nominal para este asunto. Creo que ello
                  es conveniente, pero no por las razones que él  El señor PRESIDENTE.— Le ruego, señor
                  decía. Él trataba de llevar el tema a que cada  Gamarra, en vista del clamor popular, terminar
                  uno debe asumir su responsabilidad y el pueblo  su intervención lo más rápido posible.
                  debe saber quién votó a favor y quién votó en
                  contra. Y mencionó el término coyuntura dicien-  El señor GAMARRA OLIVARES (FIM).—
                  do "Porque la coyuntura actual del país". Cosa  Muy bien, señor Presidente; en todo caso solici-
                  que repitió el congresista Ferrero, cuando decía  taría una ampliación muy breve de unos diez o
                  que quizás más adelante ya no se estaría de acuer-  veinte minutos. Creo que los que han opinado
                  do con la pena de muerte, pero ahora sí.    en contra de la pena de muerte han sido mucho
                                                              menos que los que han opinado a favor, y, en todo
                  Y digo que éste no es un tema de coyuntura. El  caso, no quiero que les dé el mismo tiempo, pero
                  debate de la pena de muerte no es un debate en  sí, por lo menos, alguna compensación.
                  que hoy día es conveniente aplicar la pena de
                  muerte y mañana o pasado mañana, en dos años  Otro argumento es el de la disuasión, que en este
                  o tres meses, ya no. Creo que es un problema  caso nada significa, y es porque no se conoce el
                  valorativo, es un problema no solamente de con-  fenómeno terrorista o se le conoce muy poco. El
                  ciencia sino de lo que uno quiere que sea su so-  terrorista, no solamente el de Sendero Lumino-
                  ciedad, que sea su país, que sea su Constitución.  so, tiene la concepción de que tiene que destruir
                  En consecuencia, no debemos pensar en lo que  la sociedad; incluso está dispuesto a inmolarse
                  está sucediendo hoy día sino en lo que queremos  en lo que él cree una causa justa —y que es una
                  que suceda en el futuro.                    causa criminal— para construir un nuevo esta-
                                                              do y una nueva sociedad.
                  Creo que es injusta esta discusión teológica que,
                  en algún momento, se ha querido dar acá con  En consecuencia, a esta persona poco le importa
                  argumentos de Santo Tomás, de San Agustín, con  cualquier tipo de condena, sea la cadena perpe-
                  argumentos y textos de ellos sacados de contex-  tua, la pena de muerte; cualquier tipo de conde-
                  to. Por ejemplo, tan equivocada ha podido estar  na le es inverosímil, como diría alguien, señor
                  la discusión desde el punto de vista teológico, que  Presidente. Y poco le importa, porque no tiene
                  el congresista Tudela citó el Evangelio de San  respeto por la muerte ajena, y no lo tiene porque
                  Pablo, y, que yo sepa, San Pablo no tuvo ninguna  no respeta su propia vida, porque es capaz de
                  participación en el Evangelio. En todo caso, son  inmolarse; es capaz de quemarse y sacrificarse
                  las cartas que escribió San Pablo.          como cualquier bonzo en aras de lo que él cree
                                                              una causa justa.
                  Veo que se retracta el congresista.
                                                              Hay una anécdota, señor Presidente, sucedida
                  Para que vean hasta qué punto puede haber con-  hace algunos años. Se refiere a un conflicto en-
                  fusiones en esta discusión.                 tre militantes del IRA y narcotraficantes. Se pro-
                                                              duce un ajuste de cuentas; los narcotraficantes
                  Me imagino que esta discusión se debe de haber  se sienten engañados por militantes del IRA y
                  presentado hace quinientos años, cuando, tam-  matan a dos de estos militantes. El jefe de esta
                  bién aplicando e interpretando los textos de Santo  banda de narcotraficantes, en unas declaracio-
                  Tomás, la Santa Inquisición torturaba y quema-  nes que fueron publicadas, dijo a sus lugarte-
                  ba a los que llamaba herejes; porque, de acuerdo  nientes: "Hemos cometido el más grave error,



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