Page 616 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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se dirán muchas cosas; pero, personalmente, y diverso grado, somos cómplices, críticos o acto-
en nombre de esos miles de policías, en nombre res.
de esos niños huérfanos y de esos campesinos que
hoy tratan de sobrevivir, estoy a favor de la pena El hecho de la violencia está presente en la vida
de muerte. diaria, a lo largo y a lo ancho de nuestro conti-
nente latinoamericano: masacres, desapariciones
El señor PRESIDENTE. Tiene el uso de la de ciudadanos, delincuencia común, ejecuciones
palabra el señor Guillermo Ysisola. extrajudiciales por parte de la misma población,
que se hace justicia por sus propias manos.
El señor YSISOLA FARFÁN (NM-C90). Se-
ñor Presidente: Este día, justamente, estamos Tenemos organismos internacionales, como Am-
tratando un tema trascendental, más que nada nistía Internacional, y también las universida-
porque no es cuestión de criterios, sino una cues- des, que condenan las diversas formas de violen-
tión moral y de principios. cia, y, más o menos veladamente, siempre se cul-
pa de ello al gobierno de turno. Los comités y
He escuchado a muchas personas, y creo que es comisiones de derechos humanos claman contra
un tema muy controversial, sobre el que cada uno la violación sistemática, según ellos, de derechos,
tiene su opinión; en ese sentido, a la pena de pidiendo libertad para los presos políticos o de
muerte se la relaciona con la violencia. conciencia, la supresión de torturas y condenan-
do o culpando mayormente, siempre en estos ca-
Si nosotros vemos nuestra historia y retrocede- sos, al gobierno de turno.
mos al momento en que se anuló la pena de muer-
te, en el año 1979, hace doce años, pues notare- De igual forma, los jerarcas eclesiásticos conde-
mos que ha recrudecido la violencia en el país. nan una y otra vez la violencia, venga de donde
venga y vuelven a repetir, ingenuamente, las
En el año 1980 aparece el terrorismo en Aya- mismas ideas sobre la reforma pacífica de las es-
cucho, y desde aquel entonces hemos escuchado tructuras opresoras. Sin embargo, ¿es legítimo
a través de los medios de información de ase- decir "condenamos la violencia venga de donde
sinatos, asaltos, destrucción de edificios y torres venga"? ¿Se condenaría, entonces, al padre que
de alta tensión, que sirven de fundamento de la golpea y mata al degenerado que quiere violar a
convivencia humana y del desarrollo de los pue- su hijo menor? ¿Se condenaría a quien, con las
blos. Consecuencia de ello, 22 mil muertes. armas en la mano, defiende su casa y sus hijos
de los criminales que intentan asesinarlos? ¿Y
Algunos afirmaban que en la aplicación de la pena no sería esto lo que el Estado haría con los asesi-
de muerte hay errores. Inclusive se afirmó que, nos que arrebatan sin ningún derecho la vida de
durante más o menos un siglo, en los Estados los ciudadanos día a día?
Unidos se cometieron 74 errores. Si nosotros com-
paramos, acá en el Perú, en doce años, se han Señor Presidente, los cristianos tenemos que re-
cometido más de 22 mil errores por no legalizar flexionar con conciencia crítica para hacernos
la pena de muerte. conscientes de que, con frecuencia, las jerarquías
eclesiásticas o los propios religiosos, con sus de-
Es decir, asesinar a la gente humilde, hombres, claraciones, muchas veces están condenando toda
mujeres, niños indefensos y a los servidores de la violencia venga de donde venga, sin discrimi-
la sociedad como son las Fuerzas Armadas y la nar y sin distinguir las causas verdaderas.
Policía Nacional, para los que están de acuerdo
con la tesis de abolir la pena de muerte, significa Con razón, Guillermo Cabanellas habla de la reac-
que no pasa nada; según ellos, sólo se debe dar ción psicológica, de esa hostilidad hacia la pena
un tratamiento especial a sus homicidas. Falta de muerte. Él nos dice que la hostilidad a la pena
que digan que a esos criminales comunes se les de muerte es la culminación del pietismo, que
tenga, pues, que otorgar premios. erige en defensores espontáneos de los malhe-
chores mas refinados y pérfidos a las personas
Señor Presidente, la pena de muerte es una san- de sentimientos tan nobles como incapaces de
ción extrema para casos extremos. En muchos medir las consecuencias que tal inmunidad im-
países se aplica la pena de muerte, y muchas ve- plica.
ces aquellos que nos piden a nosotros abolir la
pena de muerte son los primeros en aplicarla. Sin analizar los fundamentos jurídicos ni la ra-
En ese sentido, muchas veces se dice que la vio- zón política de los opositores, desconcierta al
lencia si nosotros analizamos la violencia en máximo la vehemente protesta ante ejecuciones
sus múltiples manifestaciones y aspectos es un dispuestas por los tribunales y la indiferencia
hecho de nuestra vida diaria, del que todos, en frente a las matanzas diarias por los terroristas
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