Page 603 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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argumentos está convencida de ellos y es since-  momento y que hoy día tienen 18 años. Podemos
                  ra; y espero que piensen lo mismo de aquellos  hablar, para desgracia nuestra, en el Perú, de una
                  que sostenemos tesis diferentes.            generación de la violencia.

                  Hay un acuerdo en cuanto a las cuestiones inter-  Entonces, ¿cómo hacemos para revertir esta si-
                  nacionales, porque el nuestro es un país que no  tuación? ¿Lo podemos hacer con la pena de muer-
                  puede vivir fuera del concierto internacional. He  te? Estamos utilizando lo que es un refuerzo ne-
                  visto que esta discusión ha llegado también a la  gativo, dicen los psicólogos, o sea la sanción, la
                  Iglesia, y se ha argumentado en base a textos del  punición, y no estamos pensando en algo que es
                  Antiguo y del Nuevo Testamento. Pero creo que  fundamental y vital para los jóvenes: cómo plan-
                  para este voto de conciencia hay un argumento  teamos algo que cautive sus conciencias, que
                  que me parece fundamental y que no lo he senti-  mueva sus voluntades.
                  do lo suficientemente presente en el debate. No
                  solamente tenemos que pensar en lo que hemos  Estamos, en este momento, controlando la vio-
                  vivido sino en lo que estamos tratando de cons-  lencia de Sendero Luminoso, del MRTA. Pero
                  truir, en lo que hemos vivido en función de lo  tenemos el desafío de cautivar, de conmover, de
                  que queremos. Y yo creo que el objetivo funda-  mover las voluntades de los niños y de los jóve-
                  mental que nos puede unir a todos es decir que  nes del Perú, porque eso será lo único que nos
                  queremos un país donde reine la paz, y para cons-  permitirá revertir esta situación de violencia. Es
                  truir ese país donde reine la paz tenemos que  ése el argumento que a mí me parece que en este
                  revertir algo que no estamos haciendo, y es rom-  momento debería primar. ¿Es la pena de muerte
                  per la cultura de la violencia.             una acción nacional y colectiva que nosotros va-
                                                              mos a llevar adelante y que va a contribuir a crear
                  Quisiera detenerme en algunos testimonios, si  esta cultura de paz? ¿O va a ser a la inversa?
                  es que cuento con la generosidad en el tiempo
                  que ha dado a otros parlamentarios el Presiden-  Es por eso que, escuchando los argumentos, in-
                  te, porque es algo que he vivido muy de cerca, y  clusive aquellos que dicen que este artículo está
                  la relación con los jóvenes, con los niños, con los  tan bien hecho, que dice sí a la pena de muerte,
                  padres de familia es muy importante. Yo he vivi-  pero que en realidad no se va a poder aplicar; ante
                  do en la zona de Ayacucho, y he conocido el testi-  eso yo pregunto, ¿es solamente un juego legal? ¿En
                  monio de gente que explicaba cómo se enseñaba  qué medida un juego legal semejante, que dice sí
                  a los senderistas. Se llevaba a los jóvenes de las  a la pena de muerte, sin que ésta pueda aplicarse,
                  escuelas y se los entrenaba para matar; estaban  va a contribuir a crear esta cultura de paz, a dar
                  siendo educados en esta cultura de la violencia.  este testimonio que necesitamos, para revertir una
                  Iban en excursiones por la noche para asaltar un  situación de violencia? Y si hay el convencimiento
                  pueblo, y el examen consistía en ser capaces de  de que se va a aplicar la pena de muerte, quisiera
                  matar a un ser humano. Esto hiere nuestra sen-  saber qué va a pasar si hay un error humano. Creo
                  sibilidad. Ellos fueron enseñados para matar; los  que el tiempo que le dediquemos a esto no es en
                  estaban deshumanizando.                     vano, porque debemos tener conciencia de que lo
                                                              que estamos decidiendo hoy día es que los jueces
                  También he tenido el testimonio acerca de cómo  sancionen con la pena de muerte a uno u otro jo-
                  se enseñaba a los niños a defenderse y también a  ven, que sabemos no será Abimael, que sabemos
                  matar, a pintarse las caras con sangre de perro y  no serán lo grandes líderes, que serán otras per-
                  a caminar por las calles gritando "su sangre nos  sonas que en este momento no tienen nombre,
                  beberemos, sus tripas nos comeremos". Así se en-  pero que, cuando tengan nombre, también van a
                  señaba a los niños para cuando tenían que hacer  causar conmoción social.
                  estos cursos de defensa en las zonas de emergen-
                  cia. Hemos visto, en muchos casos, lo que son las  Es por eso que, cuando tengamos que decidir hoy
                  situaciones deshumanizantes, donde el ser hu-  día, estaremos decidiendo la vida de muchas per-
                  mano tiene que perder su calidad de tal para po-  sonas. Y aquí sí caben los argumentos esgrimi-
                  der hacer con otro ser humano semejantes bar-  dos por algunos colegas congresistas, en el senti-
                  baridades. Entonces, en la bancada del MDI es-  do de que hay que tomar en cuenta lo que es el
                  tamos convencidos, pero es una convicción de tipo  error humano, y yo creo que hay un error de tipo
                  personal muy profunda, que solamente rompien-  social. Lo que estamos haciendo va a tener un
                  do esta cultura de la violencia de una generación  impacto social muy grande, pues en el proceso
                  podemos revertir lo que ha pasado. Estamos ha-  en que se juzgue a una persona, puede ser ella,
                  blando de una generación que nació en los años  sin ser responsable, sancionada con la pena de
                  80 y que ahora tiene doce años; de niños que cre-  muerte, cometiéndose un error que quedará en
                  cieron y vivieron en medio de la violencia; de ni-  las conciencias de aquellos que hoy día están to-
                  ños que empezaban a tener uso de razón en ese  mando esta decisión.



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