Page 581 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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tuyente. Pero a su tiempo el pueblo comprende-  sos y, por supuesto, las confesiones de culpabili-
                  rá que la sangre sólo llama a la sangre y que la  dad. Esto es moneda corriente en nuestro me-
                  venganza de Sendero, por pequeña que sea, no  dio, y me parece poco menos que un crimen ava-
                  va a alcanzar a los que viven rodeados de guar-  lar este tipo de medidas.
                  daespaldas y coches blindados, sino al pueblo. Y
                  cuando eso suceda, vamos a ver si siguen aplau-  Antes de terminar, señora Presidenta, quiero
                  diendo.                                     decir que este Congreso Constituyente debería
                                                              de convertirse en un instrumento para la paz y
                  Si el Gobierno quisiese luchar en serio contra la  para la reconciliación nacional y no en un ins-
                  subversión, lo que en verdad debería hacer es  trumento para la muerte.
                  seguir afinando la estrategia antisubversiva que
                  tan buenos resultados le ha dado; por ejemplo,  Por estas razones, estoy absolutamente de acuer-
                  seguir trabajando en el frente policial, en el frente  do con Luis Miró Quesada cuando dice que los
                  militar, en el frente judicial, en los medios de co-  legisladores de este Congreso deben tener pre-
                  municación masiva y, sobre todo, en la participa-  sente que no se necesita ser el ejecutante de un
                  ción ciudadana. Tal como lo demuestra la expe-  crimen para ser criminal. Criminales también lo
                  riencia de España, Italia y Alemania, ha dado  son quienes otorgan la coartada legal para ter-
                  magníficos resultados; y estas experiencias  minar con una vida. Y así es.
                  exitosas se han logrado sin el recurso de la pena
                  de muerte.                                  Que cada quien, pues, responda ante su concien-
                                                              cia y ante su propio Dios.
                  Según el artículo 159º del proyecto que se nos
                  propone, la pena de muerte sólo puede aplicarse  Muchas gracias.
                  por los delitos de traición a la patria y de terro-
                  rismo, conforme a las leyes internas y a los tra-  La señora PRESIDENTA.— Tiene la palabra
                  tados de los que el Perú es parte. En este caso,  el señor Carpio Muñoz.
                  las leyes internas son los decretos leyes que han
                  determinado que los tribunales militares tienen  El señor CARPIO MUÑOZ (R).— Señora Pre-
                                                              sidenta, señores congresistas: Yo no voy a conde-
                  competencia para juzgar y aplicar esta pena sin
                  posibilidad de revisión por los tribunales ordina-  nar —si no expreso, como siempre, mi más pro-
                                                              fundo respeto— a quienes dentro de este Con-
                  rios.                                       greso o fuera de él piensan diferente de cómo
                                                              pienso yo. Pero, como ciudadano, o simplemente
                  Y esto es muy grave porque, seamos honestos,  como ser humano, tengo el derecho a expresar
                  aquí en el Perú las declaraciones de culpabilidad  mi punto de vista.
                  se arrancan mediante el procedimiento de la tor-
                  tura, y luego pasan a un tribunal militar. Pero  Por razones enteramente filosóficas, soy opues-
                  en un tribunal militar, como bien dice Unamuno,  to a la pena de muerte. Creo que ningún hombre
                  "la palabra justicia es una palabra excesiva, por-  tiene el derecho de quitar la vida a otro, repito,
                  que un tribunal militar no juzga ni busca la ver-  el derecho de quitar la vida a otro; y mucho me-
                  dad, sólo castiga". Y es que en un tribunal mili-  nos que una sociedad en su Constitución, que es
                  tar, como en un cuartel, las órdenes se cumplen  fuente de derecho, pueda consagrar este precep-
                  sin dudas ni murmuraciones.                 to. Creo además contradictorio que en una Cons-
                                                              titución que en su artículo 2º establece que toda
                  El vergonzoso proceso al General Salinas y la  persona, en primer lugar, tiene derecho a la vida,
                  suerte del General Arciniegas lo demuestran así.  se incluya la pena de muerte.
                  Yo no dudo de que la justicia militar es más ex-
                  peditiva, y es por esta razón que tenemos 1 200  Comparto la indignación que todo buen peruano
                  sentenciados por terrorismo, de los cuales aproxi-  siente contra el terrorismo; lo condeno y lo re-
                  madamente 200 ya cumplen penas de cadena per-  pruebo de la manera más contundente. Es más,
                  petua. Pero conociendo, como yo creo conocer, a  creo que la sociedad tiene derecho a defenderse
                  las autoridades policiales peruanas, mucho me  de esa gavilla de enloquecidos fanáticos, que sem-
                  temo que, por lo menos, el 20 ó 25 por ciento de  brando muerte, dolor y destrucción entre noso-
                  estos hombres son inocentes. Y yo, al menos, de  tros creen que abonan sus pérfidos propósitos.
                  esta responsabilidad quiero lavar mis manos.  Y, como la sociedad tiene derecho a defenderse,
                                                              creo que con la cadena perpetua se defiende.
                  Quienes alguna vez hemos sido mayoría sabemos
                  que, cuando sucede un atentado, el poder políti-  La cadena perpetua es una condena más atroz
                  co presiona sobre el Ministerio del Interior y,  que la pena de muerte. Ya la sabiduría popular
                  entonces, se produce la búsqueda de sospecho-  lo consignó hace muchas décadas en un verso de



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