Page 583 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
P. 583
que está dispuesto a quitar la vida a otro tiene materiales que no necesariamente son contradic-
que saber que con esa actitud pierde el derecho torios, como puede significar algún premio pecu-
que él tiene a su propia vida. Argumento, por niario.
supuesto, no original del que habla, sostenido,
como también lo dije ya, por el padre Interdonato De la misma manera, como hay incentivos hay
en una célebre publicación del Seminario de San- desincentivos en la vida; y el Derecho Penal es
to Toribio altamente ilustrativa: eso, es básicamente el castigo ante una conducta
que vulnera los intereses de la sociedad. Todas
"Tu pierdes un derecho desde el momento en que las leyes penales, todos los códigos del mundo,
abusas de la vida de los demás, pierdes tu dere- son intimidatorios. No hay ley penal que no sea
cho a la vida porque en ese momento has traspa- intimidatoria; si no, yo les pregunto ¿cuál es el
sado todos los límites de responsabilidad que es- artículo del Código Penal que dice cuando robas
tabas obligado a mantener para tener derecho a te premio, cuando asaltas te doy una medalla?
tu propia vida". No existe, señor Presidente. Todo código penal
en el mundo dice: "No hagas, y si haces, te
En segundo lugar: la proporcionalidad en rela- desincentivo y te aplico un castigo".
ción a la gravedad de la falta cometida. Es evi-
dente que no se pueden considerar todos los de- Entonces, el carácter intimidatorio de la ley pe-
litos iguales; hay unos más graves que otros. Pues nal es clarísimo; de lo contrario tendríamos que
bien, ¿cómo se puede establecer algún tipo de decir: ¿por qué para la muerte no intimida la
proporción entre el castigo que merece el que ha muerte y por qué para el robo sí intimida la posi-
quitado la vida y el acto que significa haber des- bilidad de la cárcel? ¿Por qué establecer una di-
pojado de su vida a otra persona? ferencia que a todas luces resulta contraria a la
naturaleza humana?
Sé que habrá un congresista que diga: "Ah, us-
ted habla de la ley del talión". No, señor; no es Yo acepto lo que dijo el doctor Pease. Es verdad
exactamente eso, porque la ley del talión era "a que los fanáticos no se intimidan, pero los faná-
un brazo un brazo y a una vida una vida". Pero ticos son una minoría; y, aun así, no siendo la
hay que plantearlo de otra manera: ¿cuál es el razón intimidatoria la única sino también el cas-
castigo más fuerte que puede haber? El castigo tigo, aun cuando hubiese la posibilidad de que
más fuerte es perder la vida. ¿Cuál es el delito no intimide, quedaría vigente la necesidad del
más grave? El delito más grave es quitar la vida. castigo. En consecuencia, no eliminando la inti-
En consecuencia, a quitar la vida sólo puede co- midación, vamos a eliminar la necesidad excep-
rresponder pagar con la vida, porque, de lo con- cional de aplicar la pena de muerte.
trario, no habría la proporción que en casos ex-
cepcionales debe plantear un castigo que sea jus- En cuarto lugar: el concepto de la legítima de-
to. fensa. ¿Qué tiene una sociedad para salir al fren-
te de un ataque a mansalva? ¿Con qué instru-
En tercer lugar: el famoso efecto intimidatorio, mentos contamos para detener una agresión si a
la disuasión. Esto tiene estadísticas a favor y en veces somos incapaces de ponerlos a todos entre
contra. Cientos de cifras probando que sí intimida rejas? En opinión de los abolicionistas, la priva-
y muchas otras cifras probando que no intimida; ción de la libertad puede ser suficiente. Yo he
pero hay un elemento que algunos no hemos escuchado decir que basta eso. He escuchado de-
puesto a consideración y es el siguiente: ¿cómo cir que la cadena perpetua es más dura que la
se puede calcular yo les pregunto, congresis- muerte. Nosotros, que no estamos con cadena
tas en cifras la cantidad de personas que resol- perpetua, podemos decir eso. Preguntémosle a
vió no matar porque temía que si mataba podría un condenado: ¿muerte o prisión perpetua? Y,
ser castigada con la muerte? ¿Quién me puede ¿qué va a contestar un condenado? Yo les asegu-
enseñar las cifras de aquellos que aceptan haber ro que la mayoría de ellos prefiere la prisión per-
sido intimidados ante el peligro de un castigo petua a la muerte, porque, entre otras razones,
mayor? No las hay. siempre cabe la posibilidad de que la legislación
se modifique y, por benevolencia, favorezca al reo.
Pues bien, tampoco pido que las calculemos. Di-
gámoslo de otra manera: intimida o no intimida. Pero una legítima defensa, ¿qué es? Por ejemplo,
Yo contesto así: en la vida todos obedecemos a una guerra. En una guerra, ¿cómo te defiendes
estímulos, se supone que los estímulos son con- del que emplea cañones, del que te invade, del
secuencia de una escala de valores; por ejemplo, que falsifica tu moneda, del que envenena tus
para algunas personas el principal estímulo es la ríos? ¿Cómo te defiendes? ¿Qué tienes en tus
satisfacción con su conciencia, con lo que creen manos? ¿Las frases generosas de algunos cole-
que es bueno; para otras puede haber estímulos gas? ¿El perdón permanente que te hace perder
1461