Page 556 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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Así jamás pacificaremos a nuestro Perú convul-  la cual todos somos responsables en su cumpli-
                  sionado. Creo que en nuestra condición de pa-  miento y en que se promueva, como una forma
                  dres de la patria debemos estar a la altura de  fundamental del respeto a la dignidad del hom-
                  dicha responsabilidad histórica, dando leyes jus-  bre como ser trascendente y libre.
                  tas y drásticas que terminen definitivamente con
                  la insurgencia de estos grupos.             Pero creemos que la vida no es un fin en sí mis-
                                                              mo; es un medio por el cual el hombre, a través
                  Nuestros compatriotas observan ávidos nuestra  de los méritos en su propia existencia, puede rea-
                  decisión. En mi opinión, la demostración de fuer-  lizarse y buscar la felicidad por siempre; es un
                  za siempre constituye un factor de disuasión e  don dado por Dios, no por los hombres, y es por
                  intimidación. Si no, observemos a las grandes po-  ello que ese derecho está fundado en la naturale-
                  tencias tomar represalias cuando se agrede a sus  za del hombre, en la radicalidad ontológica del
                  compatriotas e intereses, inclusive, con asombro-  ser.
                  so desplazamiento de equipo militar. Pero en es-
                  tas mismas potencias, donde la democracia es más  Hemos hablado, en reiteradas oportunidades, de
                  estable, se encuentra vigente la aplicación de la  que la persona humana tiene un fin supremo,
                  pena de muerte.                             tiene una realidad en sí misma, y esta persona
                                                              no es un ser individual solamente; es un ser so-
                  Quiero finalizar haciendo esta reflexión: la lu-  cial que tiene una obligación en el cumplimiento
                  cha antisubversiva representa el despliegue de  y en la responsabilidad de promover el bien co-
                  ingentes esfuerzos económicos, materiales y hu-  mún como el fin supremo en lo político.
                  manos, con pérdida de vidas civiles y militares.
                  En los casos de captura, procede el enjuiciamiento  Es por ello que en toda la doctrina cristiana, sin
                  y el castigo. Y si esta última etapa, que es la cul-  excepción, salvo el caso de la escuela de Escoto,
                  minación de este heroico esfuerzo, no se aplica  todos, absolutamente todos los teólogos, están a
                  con la justicia y el rigor necesarios, entonces es-  favor de la pena de muerte como una respuesta
                  taremos defraudando a nuestro pueblo y sere-  de la sociedad frente a aquel que agrede y atenta
                  mos responsables de un alargamiento doloroso  contra el bienestar de la comunidad.
                  de esa lucha, con pérdida de muchas vidas, que
                  creo pesará en nuestra conciencia.          Es por ello que este derecho a la vida, dentro de
                                                              la concepción cristiana y que está consagrado en
                  Señor Presidente, yo estoy de acuerdo con la pena  el artículo 2º inciso 1) de la Constitución Política
                  de muerte.                                  del Estado, es un respaldo y un respeto a la vida,
                                                              pero a la vida del inocente, no a la de aquel que
                  Muchas gracias.                             atenta contra el bienestar de la comunidad.

                  El señor PRESIDENTE.— Tiene la palabra el   Hay una responsabilidad de todos los ciudada-
                  señor Kouri Bumachar.                       nos, que no solamente tienen derechos, sino tam-
                                                              bién obligaciones. Y no tiene el derecho a la vida
                  El señor KOURI BUMACHAR (PPC).— Se-         aquel que no cumple con su responsabilidad de
                  ñor Presidente: Creo que el tema de la pena de  poder darle ese derecho a su prójimo, al ciudada-
                  muerte constituye uno de los puntos fundamen-  no, aquel que comparte la sociedad en dicha co-
                  tales dentro del debate constitucional en el Con-  yuntura.
                  greso Constituyente, y es específicamente un
                  tema de conciencia. Es por ello que en la banca-  Es por ello que la pena en sí misma presupone
                  da del Partido Popular Cristiano habemos algu-  culpa y la culpa libertad en el obrar; esa libertad
                  nos que estamos a favor de la pena de muerte y  es la posesión sobre el propio acto, es la capaci-
                  otros distinguidos colegas que están en contra  dad del individuo de poder discernir, la capaci-
                  de ella.                                    dad de elegir entre lo que es bueno y lo que es
                                                              malo. Y aquel que en su plena capacidad y con-
                  Pero creemos que la pena de muerte no debe es-  ciencia ha optado por segar la vida de su próji-
                  tar vinculada a un carácter partidario ni a una  mo, pierde su propio derecho a la vida, porque la
                  posición política. Es esencialmente una posición  pena debe ser proporcional al daño cometido.
                  ética, y es fundamentalmente una responsabili-
                  dad frente al bienestar de la comunidad.    Hemos escuchado, realmente con sorpresa, al-
                                                              gunas declaraciones preliminares, en el sentido
                  Y es por ello que al haber aprobado en el artículo  de que el propio Cristo condenó la capacidad de
                  2º inciso 1) de la Constitución Política del Esta-  los hombres para poder plantear la pena de muer-
                  do el respeto y el derecho natural a la vida, he-  te. En aquel diálogo con Pilatos, éste le indicó su
                  mos consagrado una garantía constitucional de  facultad para crucificarlo, y Cristo le dijo que no



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