Page 555 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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El señor CHÚ MERIZ (FIM).— Señor Presi-     El señor CHÚ MERIZ (FIM).— ...desangrán-
                  dente: Cuando los terroristas y los delincuentes  dola con más de 25 mil vidas, gran parte de ellas
                  comunes se manifiestan sobre los actos delictivos  inocentes y ocasionando pérdidas económicas que
                  que realizan, dicen que se encuentran sueltos en  han empobrecido más a nuestro Perú con la des-
                  plaza. Eso quiere decir que no hay una pena, una  trucción de infraestructura vital, producto del
                  sanción correctiva, que los obligue a tener un poco  trabajo sacrificado de millones de peruanos.
                  de temor o de miedo a seguir matando a tantos
                  inocentes.                                  No es por casualidad que la insurgencia, con ca-
                                                              racterísticas demenciales, se incubó y desarrolló
                  Una cosa es hablar en teoría y otra vivir la reali-  en nuestro territorio. Este fenómeno subversivo
                  dad, haber vivido momentos difíciles. El que ha-  tuvo su caldo de cultivo en la pobreza, la injusti-
                  bla, colega de ustedes, ha sido policía por diez  cia y la corrupción. Pero en ninguna circunstan-
                  años y ha trabajado en la brigada criminal. Yo he  cia es excusable la actuación homicida de estos
                  matado delincuentes y he sido condecorado por  grupos.
                  el Ministro del Interior. Cuando en aquel enton-
                  ces comenzaron los primeros asaltos en Lima, el  La subversión pudo ser sofocada desde sus ini-
                  que habla conformó la brigada de Los Intocables,  cios, pero no hubo voluntad decidida por parte
                  de la brigada criminal que funcionaba en la ave-  de los gobernantes. Más bien, se actuó pasiva y
                  nida España.                                contemplativamente, mientras el terrorismo
                                                              avanzaba tanto en el campo proselitista como en
                  Los delincuentes comenzaron a asaltar los ban-  la crueldad.
                  cos y a matar custodios, a gente inocente. Salió
                  la pena de muerte en aquel entonces, ¿y qué pasó  Por otra parte, nuestra legislación no considera
                  con tantos delincuentes que tenían la intención  castigos intimidatorios para el terrorismo. Más
                  de matar custodios del orden? ¿Acaso se endiosó  tarde se darían leyes tibias o inefectivas para re-
                  a esos delincuentes? ¿Acaso se convirtieron en  primirlo, agudizándose más su ineficacia por la
                  héroes? Fueron olvidados, sólo vagamente se les  mala actuación de magistrados que, mediante
                  recuerda. Pero con la pena de muerte, en aquel  prebendas o bajo amenazas, liberaron a subver-
                  entonces, bajó enormemente el número de  los  sivos cuyas capturas constituían esfuerzos heroi-
                  asaltos y de las muertes de los guardias civiles  cos de nuestras Fuerzas Armadas, desmoralizán-
                  que custodiaban las agencias bancarias. Aquellos
                  que querían seguir la misma ruta se veían coar-  dolas e inclusive sometiéndolas a hostigamientos
                                                              y procesos investigatorios por excesos y otras
                  tados y decían: "Si te metes en esto también vas
                  a ser fusilado".                            consideraciones.
                  Señor Presidente, previamente quiero emitir mi  Señor Presidente, es bueno tener en cuenta que
                  opinión respecto a la pena de muerte, porque es  cuando liberamos a un terrorista estamos con-
                  necesario clarificar adecuadamente su significa-  denando a muerte a muchos compatriotas, por
                  do y repercusión. En principio, es oportuno esta-  cuanto es seguro que este terrorista fanatizado
                  blecer que la pena de muerte no solamente se  volverá al camino del asesinato y la destrucción.
                  establecería para grupos terroristas, como Sen-
                  dero y el MRTA, sino también para aquellos gru-  Pienso que la gran víctima de esta guerra sórdi-
                  pos de fanáticos desquiciados que pretendan en  da es nuestro estoico pueblo, quien nos ha elegi-
                  el futuro subvertir el orden y la paz de todos los  do para legislar en su nombre, y con este criterio
                  peruanos, enarbolando dogmatismos ideológicos  axiomático es obligatorio tener presente su sen-
                  o religiosos.                               tir.
                  También deberá comprenderse el delito de trai-  Como bien conocemos, la subversión tiene su
                  ción a la patria. Es decir, que las reformas a esta-  escudo en nuestras propias leyes, pues se ampa-
                  tuir dentro de la Constitución deben esta vez  ra en nuestro escrúpulo con los derechos huma-
                  prever penas drásticas y justas que repriman,  nos; y si para nosotros la aplicación de la pena
                  efectiva y oportunamente, acciones criminales  capital merece un profundo y delicado debate,
                  tan graves como las que ha sufrido nuestra pa-  para la subversión esto no constituye polémica.
                  tria...
                                                              Ellos siegan vidas fácilmente a través de ajus-
                  El señor PRESIDENTE.— Un momento, se-       ticiamientos populares. Y resulta que los críme-
                  ñor Chú Meriz.                              nes brutales que cometen en nombre de sus ideo-
                                                              logías quedan impunes o se castigan tibiamente,
                  Les pido, por favor, prestar atención a los seño-  nunca en la misma medida del delito que produ-
                  res oradores.                               cen.



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