Page 561 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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tiempo la ciencia va a curar esas deficiencias, va que corrompen a nuestra juventud, están lejos
a haber ingeniería en el aparato somático para de la sanción de la mayoría! Para ellos hay per-
evitar que ellas se produzcan. dón; pero para los que pecaron por convicción,
aun equivocadamente, sí hay sanción.
La sociedad, en un país no integrado, cargado de
gravísimas injusticias económicas, sociales, polí- Quiero decir que así como ha habido tantos ma-
ticas, culturales, es decir, un país frustrado, tie- les en nuestra historia, éste será un mal que tie-
ne responsabilidad por la generación del terro- ne que pasar. A nivel mundial estamos viendo
rismo; por lo tanto, no puede incurrir en el error que la vigencia del marxismo está terminando.
que se está preconizando aquí. La tradición de Ese mal fue efecto de la prédica del marxismo al
este país, la andina es humanista, tanto así que interior del Perú. La gente sencilla de nuestros
los incas dijeron que éramos hijos del sol; es una andes aprendió el marxismo al pie de la letra,
tradición que casó perfectamente con la tradi- como la última palabra de la ciencia, de la histo-
ción cristiana, cuya expresión más genuina y ria, y quisieron practicarlo y hacer justicia con
auténtica no creo que sea la que ha manifestado sus propias manos. Pero estamos viendo que el
el señor Kouri. Creo que la esencia de la tradi- marxismo está siendo barrido de los pueblos del
ción cristiana es el amor al prójimo, el amor a la mundo, está desapareciendo, e igual ocurre con
vida, y no el autorizar a eliminar la vida; y que, la vigencia de esas ideas; va a desaparecer tam-
casando con nuestra tradición, debemos, por con- bién muy pronto de las mentes peruanas, como
siguiente, no incrementar las posibilidades de la ya en parte se está comprobando.
sanción de la pena de muerte como pretende la
mayoría. Como Presidente de la Comisión de Derechos
Humanos, tengo que ser, necesariamente, defen-
Creo además que, tratándose del terrorismo, la sor de la tesis de la vida frente a la tesis de la
pena de muerte va a ser una forma de canoniza- muerte. Yo no podría, por mis propias conviccio-
ción. Aquellos que pasen por la pena de muerte nes, estar tampoco en contra de esa tesis. En 1979
la van a esperar, la van a ansiar, para consagrar- tuve una posición los hombres tenemos la obli-
se históricamente, para figurar como aquellos que gación de revisar nuestras propias ideas; tam-
se sacrificaron por sus tesis; no va a ser, tampoco poco yo estuve en favor de una pena de muerte
en ese aspecto, disuasiva. Creo que más disuasiva generalizada, sino condicionada a la aprobación
es la cadena perpetua, como ya dijo el señor por la mayoría de los miembros de la Corte Su-
Donayre. Puesta una persona a escoger entre vi- prema. Aquella es una posición que quedó en el
vir arrinconada dentro de una celda por el resto pasado.
de sus días, sufriendo cuantas privaciones pueda
haber, y la pena de muerte, pues al final diría: Creo que la posición que tengo es la que debiéra-
"¡Mátenme de una vez, por favor, no quiero esta mos abrazar, y lo digo con toda convicción. Pido
vida de privaciones!" Si se quiere entonces casti- a los miembros de la mayoría que reflexionen. Si
gar, es mayor castigo la cadena perpetua, es más acaso se piensa usar este tema para presionar
disuasiva que la pena de muerte. con él al electorado nacional en favor de un re-
sultado positivo en cuanto al referéndum, no es-
No olvidemos, también, que el Estado tiene una taríamos procediendo con la limpieza de propó-
función docente; el Estado debe enseñar a nues- sitos, que es indispensable tratándose de algo de
tra población lo mejor, lo más bueno, lo superior. tanta importancia como una Constitución.
Si el Estado va a enseñar la pena de muerte como
sanción, se convierte en un mal profesor; habría Es cierto que mucha de nuestra gente en el Perú
una mala ejecución de esa función docente que está sensibilizada ante el crimen cometido por el
debe corresponder al Estado. terrorismo, pero yo también digo que esa gente
está preparada, por milenios, por una cultura
Otro aspecto importante es éste: ¿quién sería ante andina, y también por una prédica cristiana bien
la sabiduría de los hombres y de Dios más res- entendida, no convenencieramente entendida
ponsable: un terrorista que mata por una con- para justificar el crimen legalizado; está prepara-
vicción equivocada, pero por una convicción, que da, repito, para el perdón. Y estoy seguro de que
un narcotraficante que mata por interés, por ve- en un debate limpio, que podría haber comenza-
nalidad, que corrompe a miles de seres huma- do con una buena difusión de la televisión y no
nos vendiendo droga? ¿Quién es más culpable? con esta restricción en que estamos viviendo, de
¡Aquí, señor, se está condenando sólo a unos, a repente no tendrían el resultado que esperan quie-
los que pecan por convicción, por una convicción nes preconizan aquello; y ése tal vez sería el peor
equivocada, repudiable, que todos condenamos; castigo para quienes pretenden que un debate de
pero a los otros no se les toca! ¡Los grandes esta naturaleza esté al servicio de una causa que
narcos, que manejan miles de millones de soles y no tiene la nobleza que muchos reclaman.
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