Page 267 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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to, de la mayoría parlamentaria, y gobierna In- to del orden público. Si alguien se enfadara con
glaterra; en los Estados Unidos, el Presidente la palabra "clases", creyendo que establezco cla-
de la República, y así sucesivamente. ses privilegiadas, espero que, a poco que se so-
siegue su ánimo, perciba que no establezco sino
En ese sentido, esta tendencia a la concentra- que reconozco la existencia de las clases o profe-
ción del poder también se está dando hoy en día siones que, independientemente de mi voluntad,
y en el caso del Perú, concretamente, en la con- existen tanto en el Perú como en toda nación".
centración del poder al interior del Parlamento.
Esto es, el Senado es un elemento de modera- Lo que plantea Bartolomé Herrera, para dife-
ción y de freno para las decisiones políticas arbi- renciar las funciones del Senado en 1860, es un
trarias que podría tomar una mayoría dirigida Senado elegido por grupos profesionales. Esa idea
políticamente desde fuera del Congreso por aque- ha sido discutida por lo menos tres veces en el
llas realidades políticas y sociales que son los Perú, pero ha sido abandonada; sin embargo, la
partidos políticos, que todavía no se han forma- preocupación de tener un Senado como elemen-
do o que ya lo estén, y las fuerzas económicas y to moderador se ha mantenido hasta el día de
las intenciones de los gobernantes. hoy.
El debate es muy antiguo. El debate sobre mono- Cincuenta y cinco años después, en 1915, José
cameralismo o bicameralismo empezó a finales de la Riva Agüero y Osma plantea exactamente
del siglo XVIII en Francia y sigue llevándose a lo mismo en el manifiesto de su partido político.
cabo hasta el día de hoy. Lo importante aquí no Dice: "No puede el Senado continuar siendo lo
es contemplar la opinión jurídica sobre si es mejor que es: una duplicación de la Cámara de Dipu-
o no una Cámara de senadores o la intención tados, con igual origen electoral y sacrificio por
axiológica sobre si moralmente es buena o mala; su menor número de miembros en las reunio-
lo que tenemos que confrontar es la experiencia nes del Congreso pleno. Para una concertada vida
histórica. constitucional, hay que reconstituirlo haciéndo-
lo representante de los intereses sociales per-
Esto se debatió en el Perú en el siglo XIX. Barto- manentes".
lomé Herrera, cuya estatua está al inicio del hall Es interesante ver que, al margen de la propuesta
de los Pasos Perdidos, planteó la tesis de que la de Riva Agüero, continúa en el debate constitu-
diferencia entre el Senado y la Cámara de Dipu- cional, cincuenta y cinco años después, esta
tados era una diferencia de orígenes y de funcio- traspolación o este conflicto entre dos concep-
nes. En ese sentido, se justificaba un Senado cuan- tos: el de la actividad política del hoy y del ahora
do tenía orígenes y funciones diferentes a las de lo que el jefe del Estado quiere y comunica a
la Cámara de Diputados. Esa tendencia ha im- su mayoría y los intereses permanentes del
perado dentro del constitucionalismo peruano Estado. José de la Riva Agüero recoge en el año
hasta el día de hoy. de 1915 lo que era entonces la doctrina social
católica para articular su sistema político.
Decía Herrera: "Así como la Cámara de Diputa-
dos representa los intereses variables y las nue- Diecisiete años después, en 1932, Víctor Andrés
vas ideas, el Senado debe representar los inte- Belaúnde va a plantear nuevamente el tema y
reses permanentes de toda las clases sociales, va a decir: "Según la teoría del dictamen, para
los principios eternos del Derecho y la fijeza de controlar el Parlamento existe la minoría pres-
las instituciones". Bartolomé Herrera nos esta- ten atención a esto. No aconsejaría a mis ami-
ba señalando que hay dos principios en el com- gos de la minoría que exageren la influencia de
portamiento de los Parlamentos: el principio del las minorías respecto de las mayorías. Esa in-
interés inmediato, de la coyuntura que hay que fluencia es relativa. La minoría tiene influencia
admitir, que es el principio que hoy impera, por para determinar futuras orientaciones. Las mi-
ejemplo, en este Parlamento; pero luego hay los norías hablan más al país que a la mayoría, tra-
principios permanentes, los cuales escapan a esta tan de convencer más al país que convencer a la
coyuntura y pueden ser descuidados o pueden mayoría. Para que la minoría imponga un con-
ser dañados por un Parlamento monocameral o trol a la mayoría, es preciso el sistema de dos
unicameral que actúe con precipitación. Cámaras. Las minorías batalladoras se estrellan
contra las mayorías intransigentes y absorben-
Dice Bartolomé Herrera: "Éste es el destino del tes. Contra la intransigencia dogmática y cerra-
Senado en toda buena organización política, este da de la mayoría, sólo hay el remedio de una se-
rol de defender lo permanente del sistema polí- gunda Cámara.(...)"
tico. Por eso no hay donde no se escojan para
senadores los hombres más distinguidos, más "(...) La segunda Cámara no está llamada a de-
maduros y más interesados en el mantenimien- fender a las mayorías sino a defender a las mi-
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